Sangre y libertad,
silencio interrumpido a pedazos.
Sacuanjoche, libre en su ensueño,
sin amo, sin dueño.
Y el sentimiento tan grande,
de no caer vencido.
La tierna flor, en su valentía,
es sonora luz despierta.
Y la bala acribilla
la verdadera armonía
juvenil que ya nacía,
porque para brillar,
Sacuanjoche, libre en su ensueño,
sin amo, sin dueño.
Y el sentimiento tan grande,
de no caer vencido.
La tierna flor, en su valentía,
es sonora luz despierta.
Y la bala acribilla
la verdadera armonía
juvenil que ya nacía,
porque para brillar,
aromar y ser libre,
pacta con la muerte.
Ivette Mendoza