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sábado, 25 de mayo de 2024

Trance al anochecer( poesía contemporánea)

 

¡Con qué excesiva conspiración
se alza el alba hirsuta en hontanar!
lenta, esparciendo sus quimeras traicioneras,
donde las esdrújulas tenebrosidades se esquivan
con una calma flemática, un retiro capital deliberado,
desde la guarida más alejada de un espejo
negado confianzudamente,
reformando epopeyas y dominios sin confines,
sin la misericordia de un sueño lúcido astral, sin prodigios.
¡Con qué secuencia fomentada,
mutan los talantes en caídas libres!
Los perfumes helénicos se evaporan a colores,
los riachuelos, desposeídos de su majestad, concluyen su canto;
y la ciudad en el montículo de la palabra se disuelve. ¡Y la ciudad
en la cuerda indelicada se desvanece en el aire!
¿La luz que sufre de amor se lanza al azar?
persevera unilateralmente hasta el agotamiento,
ilumina, da primero alcance, seduce formas diamantinas
y no existe mayor primor catapultado
que su relato migratorio expuesto, que sus extravagancias
en un retroceso de dicha constante, sin amnesias oblicuas,
sin vestigios ciegos de trigonometrías implícitas.
¿Con qué precisión inconmovible, ineludible,
asciende el tiempo decoroso en sus deslumbres,
sin avasallar las penumbras que salen de sus cuerpos,
y se precipita hacia el abismo al subir hacia arriba de su eje metafísico,
como un espectro cautivo a su propia miopía trasgresora,
con su luz germinal incendiaria
sobre este dominio inconsecuentemente dormido
donde todo se ejecuta,
con exactitud inmutable, resuelto, absolutamente celestial
sin desvaríos cáusticos, poseídos, ineludibles
como este preludio que me poseyó en un trance al anochecer.
 
 
Trance at dusk
 
With what excessive conspiracy
does the shaggy dawn rise in the spring,
slowly, spreading its treacherous fantasies,
where the esdrújulas darknesses are dodged
with phlegmatic calm, a deliberate capital retreat,
from the furthest hideaway of a mirror
confidently denied,
reforming epics and boundless domains,
without the mercy of an astral lucid dream, without wonders.
With what fostered sequence,
do dispositions mutate in free falls!
Hellenic perfumes evaporate into colors,
the streams, deprived of their majesty, conclude their chant;
and the city on the mound of the word dissolves. And the city
on the delicate rope vanishes into the air!
Does the light that suffers from love throw itself at random?
It perseveres unilaterally until exhaustion,
illuminates reach out first, seduces diamond shapes
and there is no greater catapulted delicacy
than its migratory tale exposed, then its extravagances
in a regression of constant bliss, without oblique amnesias,
without blind vestiges of implicit trigonometry.
With what unshakable, inescapable precision,
does decorous time ascend in its dazzles,
without overpowering the shadows that emerge from their bodies,
and it rushes towards the abyss as it ascends above its metaphysical axis,
like a specter captive to its transgressive myopia,
with its germinal incendiary light
over this unconscionably sleeping domain
where everything is executed,
with immutable accuracy, resolved, absolutely celestial
without caustic aberrations, possessed, inevitable
like this prelude that possessed me in a trance at dusk.
Ivette Mendoza Fajardo