Los Geranios Siguen Amando
Los geranios te guardan en la sinrazón transparente,
donde
habitó el sonido de la luz adentro,
conjugando
el episodio excitante que nunca termina.
Es una
senda florida que atosiga los fragantes sentimientos
que
desbordan mi asombro.
El
sentimiento edifica los telares de sus carbones,
y conversa
en lenguas a flor de labios,
revolviendo
por dentro
mi palidez
turbulenta, este latido
que se
inclina ante el manto de su voz.
Cascabeles
de habla, silueta moribunda del rigor,
me empujan
a besarte en cada estación posible.
Es la
secreta perseverancia que me invade
en la
levedad melancólica
de esta
vida mía, rebosante de ternura imposible.
Sé que no
volverás.
Alucino con
los encantos de la bocina extraviada,
saboreando
la fresca hierba del sonido
hasta la
exhalación final,
en esta
huida disecada de ritmo virginal.
¡Los geranios se pierden en sus luces de dolor…
y aún así,
siguen amando!
Ivette
Mendoza Fajardo