Temblor en las Vigilias
Me detengo
a observar cómo se repliegan las manos
que ayer se
abrían como promesa sobre otras superficies
cansadas de
pretensiones.
Persiste en
mí el temblor de las vigilias
cuando
acepto que volverás a tu rutina de dejar huellas
chillonas.
Yo
presencio el trueque discreto de tu mirada,
esa forma
en que intercambias silencio
por un poco
de abrigo apenas sostenido.
Presiento
que quien te daba sombra
ya no
demorará su marcha en tu destierro.
¿De nuevo
esta escena repetida?
Me acerco
al laberinto opaco de mis ideas,
¿qué parte
de mí aún quiere tu regreso
cuando sin
pedir permiso deshojo lo intacto de tus días?
Tus
incertidumbres son flores torcidas
y tus
nostalgias tienen el rostro exacto
de quien
empieza a convertirse en alguien
que nutre
mi olvido.
Ivette
Mendoza Fajardo