Escaneada para el flanco osado y la nueva flama
 
Escaneada
para el flanco osado y la nueva flama
mi dicción
profana ya celebra en escamas previsibles
las
hipotecas dudosas del alma en penas morroñosas
que me quema en la etropía de sus amaneceres.
Soy el
obsoleto párrafo, un martillo reflexionado
que en la
rabia de las caricias se inmola 
frente al espejo, por mi culpa
dentellada y con pecado
 farragoso
que rencauchado suena igual artificialmente.
Talvez sorda
es la grieta que finge osadías
que de nada
pulsa arrepentimiento gutural
el tiempo es
hoy la sidra del gozo digital
las garras
granizadas no me da mucha tregua
no abriga
los desalientos de mi endoscópica
 tristeza: es
sólo amar dentro del amor
 con ira a
contraluz por el dulce intento de
 sus miedos.
Ivette Mendoza Fajardo