Cinchos encefálicos de materia intangible
Cinchos encefálicos
de materia intangible
se enfrentan
a la
callada
botella jurásica que recoleta
un giro de pasión
electrógena, como
esperpento
de lluvia del tiempo engarrotado;
como
angustia redoblada en bolsas
de codos
codornices brunas.
Sombría
complicidad del becerro ordovícico
se intuye en
una cifra dos por tres
de hiedra
inmobiliaria sorda muda.
Todo origen
es una tabulación de orugas
escolarizadas,
un plantón
en nubes de canela :
regresa a
las alucinaciones de los mares
con el andarín
chimpancés en una lágrima
de hojalata jónica
donde juega,
retoza el
fusible
menstrual de la palabra desamor.
Ivette Mendoza Fajardo