Fosos de la mentira y sus obras en ruinas
Fosos
de la mentira y sus obras en ruinas
escupen
titilantes la sublimación de sus nombres,
bebedores
de sombras.
¿Quién
archivara internet con soles de pequeñas
estaturas
para tabular sus entonces truncados?
¡Que
en verdad, es la desaparición
de un
canto de soplo divino! Dichos destrabados
de
polillas en delitos menores, salían del
vertebrado
repliegue, ignoran su ebriedad
hecatombe.
Diminutas apreciaciones pasajeras
en su
condición de fieras, ya convertidas en errores,
se
han domesticado sobre océanos de caudalosas
placentas.
Candil de marchas evaporadas, trazan
vetas
ladronas y el tiempo no se puebla sino
con
gusanos de mis tormentos prefabricados.
Postigos
de un sinfín insisten en buscar el líquido
espiritual
en la hipótesis del simio, rescatando
ecos
desde el infinito. En definitiva, ellos no
cambian
en el margen del espacio transcendental,
morirán
lavados bajo el agua del mármol, con
bendición
absoluta, se presentan morbosos hasta
el
ojo interno de la melancolía.
Ivette Mendoza Fajardo