Related image

lunes, 18 de julio de 2022

Solo, llegó palpitando por la briza

 

Solo, llegó palpitando por la briza
como un puñal de ruego suplicante,
el alba, me aprieta, y la recibo
junto a la soledad crepuscular del instante.
Mi espíritu no es jubiloso ni se esparce
por los vientos indómitos. La rosa se le despabila
en campos inciertos. Nadie combate
con un vértigo fatuo, el cierzo
de la solemnidad que el vacío no me despoja,
nos toma de la mano por el universo
y nos vuelve toda y una sola alma pura.
Ivette Mendoza Fajardo