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sábado, 6 de febrero de 2021

Vientos benditos curvados por caracoles filosóficos

 

Vientos benditos curvados por caracoles filosóficos
que arrasan los huesos fríos al contacto del
silencio vegetativo / y perecen sus bocas negras a
la piel que encubre y destroza los designios postulados
y sin zumo que gotee nueve meses expresivos /
las penumbras inversas cubren todas
las viñas sagradas, con empujón a partir de tanteos /
a través de los círculos intravenosos y apremiantes
lo mismo al poder de la congoja que yacen en
lienzos quiméricos / Otras ardorosas vecindades
del martirio feliz y los sueños cognitivos de la historia
ejemplificada / y unida voy a un volante en brazos del
muchacho oceánico que cuelga desde el pez brisa /
distintos objetivos claros de raíz minada por soles canosos
como medallas desplegadas indicadoras
de arcoíris con suerte ante carbonos dilectos /
Con el índice adquiere razón los pliegos arpados con pulso
cadente entre sus gozos a un vino de órganos
malentendidos sobre febrero de labios tóxicos.
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 5 de febrero de 2021

Ahora encalla y calla un tiempo agónico

 

Ahora encalla y calla un tiempo agónico de
rubor mimetizado/ tentación enérgica de
pequeños ardores latentes arrogados por las
flores en recreo matinal / todo es una osadía
incomprendida, una garra poderosa
sembrando en mi vientre su mirada atómica lunar/
verborragia entintada estruja nieve acelerada
de esperanzas /radiantes ojos de papel y picos
de cobalto macerados de espíritu/ amarrados de días
por parodiar su fulguroso astro ante mundo de ópalos /
descalabró soñoliento rosada tentación del estío
seccionando el cristal con sus palabras penitencias
sin coagulación concisa su melancolía apalabra /
un bastonazo enlazado a fugacidad por las cosas
repetidas de tanta oscuridad desde las sombras
fantasmales / el hilo celoso latiente se columpia
que malgastando lo que hondo espera  / búsqueda
del alma pensativa envuelta en castigos y es una fría lápida
con flashes filosos que brillan en los amorfos
huesos por una nave pantera / manopla deshuesada
sobre la escarcha de liebre rancia en las alcuzas.
 Ivette Mendoza Fajardo



martes, 2 de febrero de 2021

Aura depilada de la luna pagana

 

Aura depilada de la luna pagana
y emotivo piélago de corales desaboridos como
suspiro de alba de llanto reconciliado
nació elocuente dentro de melancolía
inocente.
Angustia de nacer lumbre acicalada
entre medio de estrellas crepitantes
es en verdad una explosión de almas fragorosas
que esperan subir a los páramos de la eternidad
dispuestos a ilusionarnos, amurallados de
consuelo híbrido y ojos acuatizados.
En el brío del cristal, barca del espíritu ensombrecido que
aguarda el desamor en sus horas nocturnas y es como
una sombra digital amansa cuerpos donde retoñaron
luciérnagas inconfesables en su pretérito destino desde un
preguntante universo de luz difuminada.
Siempre encontramos interrogantes indefinidas,
secretos laberínticos y arrepentimientos flagelados
colgados en los mástiles lúgubres celestiales.
Ivette Mendoza Fajardo



lunes, 1 de febrero de 2021

Los irisados elementos

 

Los irisados elementos
Son aves kamikaze de cada
Disparatado reloj
Que al oscilar
Golpea mundos clonados
En su incondicional entorno.


Entonces
Los leopardos veteados
Sangran lunas por sus fauces.


Los insectos antediluvianos
Se acortan
Y el océano diatónico y
Frigorífico decisivamente
En su exactitud infrarroja
Refluye mástil de fuego.


Talvez pura mecánica 
Que recoge rectilínea
Una pasión abstracta
En su oquedad gelatinosa.


Toma la noche parda toma
Algo, empuja la penumbra lerda
Al otro lado del cerro lenticular.


El silicio correoso
Cultiva moléculas nerviosas
Y derriba el blanco trama
Que es el secreto del agua matinal
En un paisaje inmortal.
Ivette Mendoza Fajardo



sábado, 30 de enero de 2021

Hasta que te adjetives, tengo derroche de alegorías

 

Hasta que te adjetives, tengo derroche de alegorías en una
rara agonía de encanto/ Por sombrío y almidonado, los vencejos
rotatorios hicieron posible castañetear día y noche un alma de
agua verde/ Los granados y enfurruñadas temen sorprendente
el rumor de la arqueada línea de fuego en densa y alambrada muerte/
El cálido sendero reprobado por su vanidad muerde el fruto de los
meteoros rocambolescos/ Con la escritura en lobregueces, encuentro
en tu voz el ocaso, de acero inexorable tan poderoso/ Desde las
páginas dejadas al olvido, la consciencia de tener algo vivo es la
posteridad del prójimo y el cuerpo es un olvido rotatorio de oscilación
celeste artificial/ El tiempo se congela aquí hasta el mutismo
paradisíaco como la escabrosidad del rictus /y ese abanico de
lamentos sin ida ni regreso sobresaltado roba formas entre
cielos diáfanos y sus contornos negros y alargados por el arranque
mental de sombra lánguida/Los erosionados huertos sin
mermas como siete cabritos recordaban ansiosamente mis muecas
abatidas entre céfiros nocturnos/
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 29 de enero de 2021

Al mono del linaje rotación celeste de avestruz

 

Al mono del linaje rotación celeste de avestruz
encharcada piedra de metal al novísimo de la especie
ampara y amamanta dando piruetas en el cosmos
¡Pobre manglar!, dientes de rosas enredadas
como cimiento de la muerte al plástico sentido
como magíster y diplomado tintinando, ritmos ancestrales,
como presuroso triunfo del destino y palíndromo
con las malas palabras de los arpones fríos
cosmogonía láctica, campánulas rosáceas son
cosmos de cuchillos en babaza y relámpagos como
cuando filosas calumnias apolillan lava y emboscadas
atacan lecho de aves en un lustro diluido en estrellas
dejo caer sobre el amor mamífero sus gotas y
el silencio me espera, revolotea, salta y sueña
intemperie de lluvia carmín también psicóticas
sofisticado enclaustro de pestañas asesinas
etiqueta del desamparo del cuello quemado de abrazo
huevo ovárico entretejido de alambres dopados.
Ivette Mendoza Fajardo



Extraer el corrosivo dolor crepuscular

 

Extraer el corrosivo dolor crepuscular
el saludable símbolo del ensueño y péndulo maniatado
el correr, milimétrico y labios velludos,
repercute en capturado y terrorífico...
degrada y extrae,
cuántica redondeada y caricia perfil,
amante costoso rostro de felino llaga...
el orbe también hervidero,
minutos sobre pendiente con lamentación.
En marcha mácula crujiente, nebulosa y aterradora…
con las uñas carcomidas
de almas jotas y suelto en mandíbula de rabia,
indestructible ladra, transfigura y esquema a son.
Los hexágonos claroscuros de referencia orbital
y la luz insólita de sierpe monocromatizada...
megatón de base con madreselva de cabeza,
altiva, rencorosa, coeficiente y firmamento,
en ir surcando de centímetros en hielo y de tierra a cielo,
el bronceado meteoro, cada pugna, mugre
encalada y piernas de abetos,
ensambladas, lisiadas en su hombría moribunda,
yerra pico geométrico y fulgura el azúcar
esa azúcar metálica de seda
venas del alfa eternas y omega terrenal...
Ivette Mendoza Fajardo



martes, 26 de enero de 2021

Deseo cúprico ataviado de alfanje lechuza

 

Deseo cúprico ataviado de alfanje lechuza, etiqueta de vanidad
amorfa como cuando los ciclos de mercurio neperiano
oscilan, te sueñan, transfiguran con oscuridad ultra violeta.
Insobornables mitologías de los torrentes abaten tu honestidad
y en cada sucesión fría de cárceles o mítines de almas elocuentes,
degradan los reflejos silenciosos,
tan gradientes tan frívolos atesorados erradamente,
de ocasos, de acero inoxidable, como cuando
la armadura blanquecina de Hefestos te casa
con el negro pedestal apergaminado
y el poniente sacerdote susurra
sobre el sentido común de lienzo carnavalesco
mientras que la mano pachona con su nariz aquilina
y su corazón cuerudo nos llega a saldar la cuenta.
Ivette Mendoza Fajardo



domingo, 24 de enero de 2021

Oscuros criptogramas de vestigios y soledades

 

Oscuros criptogramas de vestigios y soledades
cual cósmica aparición tras ecos difusos;
movimientos apiñados de ladinos abejorros
con sus aguijones siniestros pinchan el silencio del rictus;
ánima sintiendo el ardor de mi luna aterciopelada y cristalina;
frondosidad enceguecedora de falsas caligrafías
descubren horizontes de escarchas luminosas y
ya dicen mucho y en su punto de ebullición nos sonríen;
derraman en su afán cotidiano reflejos yertos y desmedidos con
mis noches cabalgando en un destello de ocaso en su paraíso.
Ivette Mendoza Fajardo



Y si puebla mañana un gobierno que sin luz vibra

 

Y si puebla mañana un gobierno que sin luz vibra
con mis horizontes atrozmente aburridos
tendré los frutos de vino tinto al alcance
de mi soñar que entrelazará la oscuridad
de mis alfas y betas ideaciones hirsutas
que será mi último verso al campanario vertical
donde proyecta la fortuna de marcha leve al temblar
volviendo sumamente perfeccionada al canto
de azul candor que infinitamente junta nuestros cuerpos
conservarán anillado espectro y oxigenado espasmo,
mientras posan en mi balcón los pájaros corruptos
tocarán mi alma por última vez la fiel pregunta
para rememorar el temor de mis otoños sinápticos;
los llevaré como un faro para alumbrar filosofía
con encendida apoteosis que es como
gobernar con juramentado sentimiento y
mas fácil desear o ambicionar en torno a muchos hechos.
Ivette Mendoza Fajardo



sábado, 23 de enero de 2021

Besos enrojecidos de pensamientos poliedros

 

Besos enrojecidos de pensamientos poliedros
Suspiro espasmódico suspiro insubstancial
Festín de saltamontes festín idolátrico
Que sacuden primaveras parchadas de promesas
Mares de jade me inundan de júbilo
El vacío en que me despierto cada noche,
Al son de estrellas entreabiertas,
De pecados pigmentados de dolor
Estación presuntuosa en torrente escalonada,
Una profiláctica caricia
A la espera de soledad orgásmica.
Lamento tragado por la aurora, conservado al vapor
Al norte de mi llanto en flor
Espuma monástica que anhelante
Me arropa hacia tus brazos blasfemos.
Ivette Mendoza Fajardo



lunes, 18 de enero de 2021

Anhelada exuberancia

 

Anhelada exuberancia,
como arcaicos céfiros convexos.
Nadie palpa nuestro clamor regurgitado.
En los troncos inertes, se empuñan los delfines hacia la mar
en un sórdido desprecio se van erosionando sus deseos
rebotando gris, cáliz de los horizontes.
Lamenta el proyectil en su derrame psicotrópico a diario,
fresas de las ideologías, resabios de una gaviota anfibia
prendida entre las caobas del rencor, es
cubierta lapislázuli que disipa el azar, librada de golpear vapor
y natura de fiebre entre las cuerdas de mi epidermis consternada.
Ivette Mendoza Fajardo



domingo, 17 de enero de 2021

Fragmentos de almas extraviadas

 

Fragmentos de almas extraviadas de los cielos. Paraíso y averno
de infinitud vampírica en la lontananza de los párpados, mientras
huelen a eternidad sus mortajas de naftalina. Apenas las sonrisas
avivan su color de carne ensayada . Cálculos de una serpiente
vanidosa ya en el ahora reverenciado por tinieblas bocetos
de hechos muertos como el misterio que disfruta del
insecto avariento en el núcleo que lo hace girar y lo
engulle y es el brío de tripas en clemencia tuerta mineral.
Miedo galvanizado que se retuerce en torno al signo;
interrupción de ojos círculos puntos manotazos.
Trama de la noche vidente de la inusitada ocurrencia
que va del abismo al corazón del légamo terciario o
de la amargura y del ocaso a los infelices murciélagos
jinetes; como toda panacea oculta en la mirada atropellada
donde suelo inventar la inmóvil amargura a deshora
maquinal.
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 15 de enero de 2021

El letrero, impasible seducción

 

El letrero, impasible seducción, alborotada parafina de
máquina memorizada. Amarga hora desbordante,
congelada, yendo más allá de su mismo embote en su
reburujante liberación de un pronunciado estrago.
Endémica sátira de quietud taimada debate ya fuera
de control, ronzal o manía. Conmovida de que numerar
apenas “senos plantígrados” o “encarcelada aurora”
desordena tal hecatombe telarañosa. La robótica
sinuosa de ese sonreír radical de los días. Incoherencia
premeditada, grillete que siempre taladra, envuelto
en quietud intrínseca. Unos aludes de mutantes
ideas, sin motivo, necias y amontonadas
irreprimiblemente.
Ivette Mendoza Fajardo



jueves, 14 de enero de 2021

Saltimbanqui con su patronímico

 

Saltimbanqui con su patronímico
se platican pestañas sublimes
y volarán suicidas, remedos
que seducen preclaros
las más estrafalarias fantasías.
Sus codos suplicarán al verme
¡Oh envuelve nuestras almas!
En un cielo de perdición
embotamiento de la rusa lanza
no dejará de paletear
su pomposo y caliginoso arte
desde su Photoshop utópico
y nosotros trotaremos
en un CD de alaridos gangosos
que renunciarán el demiurgo dueto.
Ivette Mendoza Fajardo



Puñado de estíos embelesan mi alcoba virtualmente

 

Puñado de estíos embelesan mi alcoba virtualmente haciendo zoom.
Forestas atléticas que agolpan por la desahogo de mis dedos
yerran mi algarabía publicitaria por el pasillo próximo de tu néctar
Excel. Soy, neófita del luto panda armiño. Photoshop del arbusto
universitario es el frio que enreda un cojín calmoso en mi zozobra
sismográfica. Somos diminutas estrellas escarchadas que se definen
con el rocío de las horas; tan estalladas, que en medio de este
gran viaje nos labramos brisa fingida. Una rivera dibujada nos
prorroga el atardecer mortaja de sus días, otra, intangible, con su
luz revela cuando las penumbras cantan boom, boom. Por la montaña
lumbre del silencio ahora, veinte centígrados de mi perfil espera
el comienzo del eje universal del lapicero. Un demarcado céfiro
va circundando mi sonrisa teátrica en su manto sistematizado,
mientras Saturno de bordados cisternas armoniza mi algarrobado nombre.
Ivette Mendoza Fajardo



Fantasmas hablantines que embriagan mi regazo

 

Fantasmas hablantines que embriagan mi regazo despiertan
encarnados en mi porvenir desmemoriado como insectos del pecado /
Sombras elocuentes me sacrifican en la capa miocárdica del arcoíris /
Sed de coca cola como hebra que se deshilacha siempre en la mente
por mullida música ábrase en mi nombre / Incomprendida a manotazo
agua que aminoro la intensidad de la noche percollada como aprendiz
del sueño alcaraván / Es mi rostro la marcha del tranquilo cristalino
que pasean la viudez del silencio acotado transversalmente
por las rocas mariachis / Vericuetos de gatos dormidos conducen a la
oferta y demanda preciados ojos de mundo apretado / Política de las
diademas dormidas a papales del estanque burdo dilata la cerveza de
la angustia internetizada / Piloto del sufrimiento fraterniza cáscara
de peces humillados sumergidos en mi garganta como reloj roto de
sonrisas capilares /
Ivette Mendoza Fajardo



miércoles, 13 de enero de 2021

Rompiendo la diferencial de la vida

 

Rompiendo la diferencial de la vida
silogismo estrecho ennegrecido
entre enigmas y razones bioclásticas
que se esfuerzan por ser lágrima infinita
blandos surcos de tristeza rumiante se destraban
por encontrar la espesura animada
aun artificiosa en el útero astral
del universo frágil de la palabra vislumbrada
que vuelve y se deshace en objeto impresionista
como hueco diluvial sin redoble ni desenlace
pero que disipa absolutamente
la magenta mano del holográfico destierro
sin horadar, sin rumorear su fiebre figurativa
de una chispa gravitacional
que enciende facciosamente
el primer grito de una quimera
reflejada en cuerpo y alma
absorbiendo la inexactitud mecánica del tiempo
de un poema borgiano al preservar mi corazón factorial en su
postergado existir.
Ivette Mendoza Fajardo



martes, 5 de enero de 2021

Pupila de seda en la gruta del cabalgante

 

Pupila de seda en la gruta del cabalgante.
Las horas se desprenden en la llovizna del templo.
Hay que tener urgencia neuronal con la hoja trocada
para rubricar el intervalo meridional del ornitorrinco.
He sido mundo de profecía alguna vez contra esa
corola triturada en la ducha de las liebres.
El hambre esconde su visceral desvelo
dentro de su estrofa quemada de vírgenes sensatas.
Las rotaciones barrocas nacen de un propósito umbilical.
Hemos avanzado hacia a los enjambres telúricos
divididos al entorno, depurados por el ombligo
de la noche, reteniendo la calma de la luz intrusa.
Ivette Mendoza Fajardo



 


sábado, 2 de enero de 2021

Cilíndricos sentimientos diminutos y tenaces

 

Cilíndricos sentimientos diminutos y tenaces
suponen su alquimia en calurosa monotonía
cultivando más arcilla y más poder de su alarido simétrico
luego la verdad bajo el universo interpolado de sierpes o
de milagros inefables hacia el reflejo millonésimo audible
para un grado centígrado del pájaro cautivo
en primaveral desenvoltura manto rebosar
benignidad mutante hacia el resplandor absoluto
después no hay más que la esperma de la sombra
y aún cuando pudiéramos hundir garabatos al unísono
o llevarnos la alforja malgastada de ansiedades ¿Por qué?
porque es justo tal vez que calle la voz de la embriaguez
descorazonada hasta la oleada arruga que se extiende
cinco milímetros desde un año luz
que virtud la que le sigue a esta promesa de azafrán
que bulle el deseo de sobrevivir en el orbe alocadamente
que al impulsarse en su cuarta dimensión ofrece
su elástica energía y su termostático recuerdo que se
inflama díscolo y perturbador
talvez, talvez como un ocaso ¡Eureka, Eureka! En
su larga estampida neófita que va más allá del suspenso
díptero y la emoción empírica
no hay más falla, no hay ingrata revelación sólo
acordes parabrisas y duetos espasmódicos del halcón.
Ivette Mendoza Fajardo



jueves, 31 de diciembre de 2020

Su graznido portentoso cautiva en cadente

 

Su graznido portentoso cautiva en cadente línea alba penetrada
de palabras caducas y una tenue verruga apagaban diestras /
El crepitar del fuego cargaba un lista de ceros derrotistas y es
un tanto de circunferencia sombría /Fruto heterodoxo en la piedra
indeleble a piernas cruzadas apenas desplegadas en el mar eterno
que repicaban bajo la imaginación escrotal de la noche eneolítica /
y el pestífero calabozo allí quebrándose / Inútilmente, una pena
primitiva, de resistencia casi astral acechaba mis auras matinales
y es este silencio cucurbitáceo en medio de la vida, imperioso y tiránico /
Con el gladiador eletrónico, transcribo un raro linaje de encanto
petrificado / El milagro de la fe perdida a bordo sellado de heridas
eclípticas escuchaba zumbar con la sensualidad del pretor de la tortura /
Tarjetas de extravíos destilan en blando hálito de oro y cartografías acaloradas,
con sus envolturas Herzegovina me proteja de mis soledades en el
riachuelo de esta contingencia, y tú, mi pedazo de llanto cinematográfico eres una libra de ilusión /
Ivette Mendoza Fajardo



martes, 29 de diciembre de 2020

Mucho me retumba, me derriba íngrima palpebral

Mucho me retumba, me derriba íngrima palpebral /
¡Oh madre mía! es tu nombre reminiscencia /
me distes a través del tiempo prebenda malhadada /
esqueleto ínclito vivo sepultado
sola acierto, sola espero entelequia luz /
y si es que me esperas encalabrinada
la solemne entente, do-re-mi a raudal
la isla descastada, la mano confalón estruja /
caricias casuísticas en su público aturdimiento /
cual tantas otras, mi chaqueta al trueno estraga
y el amor es una anfibología que si existe /
en tierra chascarrillo, ya sin ira, dechado
en su demiurgo centro se coloca:
una fibra de tu desmanotado ropaje 
en la fatuidad y en los matices
que mi razón imbuye y siente
pues su interior es agua femenil
dicha diminuta, médula precoz
que no se aleja nunca de tu lado /
Ivette Mendoza Fajardo



Monomanías de virtudes obedientes

 

Monomanías de virtudes obedientes /
Suspicaz el viento feral en la sombra apetecida /
Cósmicas bóvedas del mar perpetuo hisopeado
constatan la clara experiencia de Atenea donde
breve es el halago catador y la dicha carmenada /
Arde el agua travestida en la penumbra a babor
fluye tristemente como un llanto desde el alma
que ha rasgado mi suspirado paraíso /
Canto del guijarro, delirio inútilmente,
con tan solo dos fragmentos de palafrén por donde
esconden la verdad
que aprisionan el fruto de la noche ineluctable/
Saborear la muerte con blandicia pura;
las manos viles, el gañir deshojado estólidamente /
Amor y aire en mi pasión facticia y rotunda
levanta, ondea hacia mí tu impensada llama /
Nuestros corazones se han coronado de relente /
Ivette Mendoza Fajardo


domingo, 27 de diciembre de 2020

La noche sombría de la araña trementina

 

La noche sombría de la araña trementina y salobre piel
El dios del subconsciente es el fuego patentado anualmente
Masa gris por donde transita el pájaro mandarín espiando
Las piruetas cambian mientras los cadencias son fugaces
El humo de las buhardillas negrean lenguas grises de sosiego
El árbol crece en las ideas comestibles de la lluvia perejil
Siluetas tararean su propia espiritualidad asesina
La agonía terca del cabello con pensamientos auditivos
Surgen palitroques de crímenes y osadía encendida
La culebra coja diseña riente su propia fe de adorar huipil
Para la voluntad natural el tiempo es una catedral de aldabas
Para purificar la jarra evaporada del delirium tremen
El día es una cuerda tangencial para saltar cuánticamente en ella
Paradójica farmacia de la hélice del pecho tuerto de marfil
Ungüento del amor con ángeles bailarines y torpes
Reloj del pánico donde el silencio es un invierno albañil
Y el placer una mano masajeando la memoria en su insomnio
Luz verde para prescindir la herrumbre de la nostalgia
Abrir las puertas diabéticas que nos endulzan la vida
Despedazar la luna de los jabalíes tristes y su mal hábito
La tentación es un gorgojo altruista que te susurra por las noches

Ivette Mendoza Fajardo



sábado, 26 de diciembre de 2020

A pie firme la emancipación del sueño

 

A pie firme la emancipación del
sueño con las manos vacías es
el crepúsculo luz a viva fuerza
que resumen en una estatua pictórica/
resguardar su estética en cuerpo
y alma mostrando las voces del gramático enigma/
eran avatares de lunas adiposas /
el confinamiento del agua recrea
a mandíbula batiente todos los silencios/
Furia barroca de reojo cae precipitadamente
sobre la estirpe anónima a sangre fría/
Las alas de la ira encienden su horizonte
contra las espinas adolescentes y sus miradas
atónitas / A buena guerra forma parte del ayer
bien queda como anillo al dedo un picacho
matemático de graduación en diciembre/
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 25 de diciembre de 2020

Océanos flamantes con sus barbas en remojo

 

Océanos flamantes con sus barbas en remojo
emoticones transitados de burbujas
horizontes bronceados al pie de la letra
por barcos con las manos armadas
A boca de jarros enfrenta la ternura de los bueyes
¡Sonidos paladares a control remoto!
aferrados por siempre de derecho en derecho
entre gallos y gallinas del verso fluido
Más claro oleaje naciente menos vidente
pasadizos con dificultad de bruma
calles del tormento dorado, cacareando
olorosa campana sazonada a simple vista
¡Regiones salobres con la frente en alto!
cimeras y picachos cara a cara sin disimulo,
sinónima aliteración conservada por siempre
en blanco y negro mercancía a sangre y fuego.
Ivette Mendoza Fajardo



jueves, 24 de diciembre de 2020

El plancton de Andrómeda

 

El plancton de Andrómeda unísono fija las directrices verticales que
hay al anochecer/ Arrimarse hasta un rectángulo como ingresar a un
encuadre que se desnivela por completo en tus abrazos, o explorar de
golpe las voces del invierno / Noches de espinas en retumbos que surgen
del vacío / Era abalorio rojo atraído por sílabas y arrumacos tirados de tus
dardos certeros en frutos de un sueño / Y es tu capacidad de mieses en
claraboyas periódicas y estrellas la que regresan tijereteadas de seguir
el rastro de la palabra en la frenesí universal / En el encadenamiento
transversal, un sol de seda y corbata por la selva de sílice / Dentro del
corazón pretérito de las estirpes, navegar hacia el filo del vértigo se
filtra el último sonido de la vida / En el perdón de mis rodillas cada vez
que llega a un brusco báculo suscrito que lo convierte en ciegos lentes /
Lloro, me doblego o huyo en lo que yacen los minutos degollados /
En la oscura colina, la espiral veloz es un instante de estudioso tranvía /
La sombra alcaraván se moría ensimismada de tener maracas labradas
en pelícanos terrestres, incluyendo la cifra de la simpatía perfumada,
en la que sólo soy una nota musical de esta lúgubre canción/
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 18 de diciembre de 2020

La paulatina afonía

 

La paulatina afonía de pasmar, tobogán
imposible, mientras in fraganti enjuicia emancipado
empantanar / renglones consistentes con tan
solo un dueto de clamor en el destierro /
Cualitativo bocajarro de encuentros
enristra gaélico de dilección geminada
en esa fecundidad que gutural habita dentro
del grifo emético ante el forofo excepcional /
Dispenso colibrí en el coeficiente sempiterno /
inquina en la fanaticada que lo encarna /
injerta entre los fundamentos extraterrestres
al que contactó cetáceo sobre ensayo vida /
Habrá un crepúsculo que alcance alguna ninfa
de emular desenlace cuerdo a través del tiempo /
más chance más será su inviolable cataplasma
como el ignífugo corazón fustigando endechas /
Ivette Mendoza Fajardo








domingo, 13 de diciembre de 2020

Sepultando el contoneo xerográfico

 

Sepultando el contoneo xerográfico
la tundra de cuchillas en bikini y el acordeón que abren
la caldera de Halloween,
como la prosopopéyica mandíbula amarilla que socorre y nutre
a la enfermera y enferma madre anclada,
a Darwin del género galápagos
Esta evolución, que transatlántico se dice en el colmillo europeo,
sólo seduce por travesura a esas jorobas con lenguaje de mastodonte.
Pergaminos en pantanos cuelgan bajo sus ovíparas viñetas
origen del homo sapiens y sus rocosas mejillas.
Épocas marítimas, paganas y despeinadas,
se aserruchan y transcurren, van amamantando al
mono galáctico,
el inquisitorio rabo del diablillo de medievales cruzadas,
Cuasimodo hacia al delta y al alfa Esmeralda de Norte dame.
Ivette Mendoza Fajardo





 

jueves, 10 de diciembre de 2020

Fervoroso milagro de amor indefenso

 

Fervoroso milagro de amor indefenso, galvanoplástico,
en su costumbre de madre perla, en su abalorio crujiente
confesado de silencio acaudalado que ya no regurgita.
La feminidad esencial de las llanuras se llena de luceros.
Se anuda en un mar de batallas. Poblada de sed amelocotonada
y roja en carnavalesca muerte, pisotea el hito entrecortado.
Las escuadras insinuativas que emergen de otras consciencias risibles.
Se libera de la fachada Torquemada, de la empírica inquisición
de los esqueletos que toreaba su aventura beata, su biósfera
adulatoria en mimesis evanescente.
Ivette Mendoza Fajardo



martes, 8 de diciembre de 2020

Encrespado garfio de la tristeza

 

Encrespado garfio de la tristeza me apuesta noches sarcófagos/ El cacique de los rebeldes machacó manglares exclusivamente a la píldora redonda de la víctima inmolada en la sapiencia/ Con mucha flacidez una fortaleza blandengue evapora misterios/ En la sinfonía del delirio fomenta océanos diminutos será la serenata convulsa de la pantera cigüeña/ La peluca incidental inútilmente hizo posible por su inalterable albedrío/ Dos motivos rotos en su butaca roja un crucero de sentimientos paradójicos prendieron/ Cuerdas de clausuras me albergaban/ La devolutiva carnosidad sorteando las ciénagas/ La dinamita cronológica condensa nuestros labios/ Los galapos monólogos de los vientres omitidos faldean veinte y tres mil enlaces simultáneos hasta la cauterización del verso/ La igualación de la pregunta tangible como sonido prematuro un solsticio casi sin pensarlo es el reverso del filtro simétrico/
Ivette Mendoza Fajardo



Los adláteres de las grietas triangulares

 

Los adláteres de las grietas triangulares
no puedo garabatear en los lienzos dormidos /
también cráteres suspiros y fiebres alargadas /
artísticos papeles arrumban hacia la costa /
todo domingo es un intrauterino dogma
ante huellas de delfines en el aire /
en la imantación de laureles llantos /
día a día la caricia era un vivero temeroso /
vamos veraneando en la palpitación ocre
crepitaciones tranvías de escarabajos 
en la bengala de tu guardapolvo arpilleras /
Ivette Mendoza Fajardo



lunes, 7 de diciembre de 2020

El cri-cri de la cerbatana

 

El cri-cri de la cerbatana
añora la sinapsis del mañana
emergen los anaeróbicos homo sapiens
como superstición de olas muertas.
Las retractaciones cabalgan en tapices
y mosaicos
y largueados empujan la sabiduría.
El fanal eufemismo me abate
me descalza con su castidad de filo
y los grillos cri, cri en mil gramos
amansan el agua que los resucita.
Garcillas y marmotas, grillos y grillos
berrean en la penumbra
me acogen con su galanteo
me trizan como gabardinas.
Me interrogan moratoria del piélago,
repiten el cri-cri
macerando mi pectoral elíptico.
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 4 de diciembre de 2020

Una sombra más ocupa su palabra astrosa

 

Una sombra más ocupa su palabra astrosa como la rueda que se
estrella con sus alas de aserrín/Por recrear el péndulo sin brillo
alicaído en mis labios conservo su fuego abrazador/el celo en su
virtuosa majadería vibró esa endecha del retrato cuadrúpedo del
engranaje colorado/La alucinación de una indigente mascarilla
ciega desgarrando la polea quemada de la osamenta/Ante el ruido feroz
de la escalera ascender a la modernidad trémula del deseo laptop, pasaporte
chequean /así un brindis en el recuerdo de tertulia y amor conserva
una vetusta retórica/que el olor a lágrima seca está conmigo orlada
de tono ambarino silente alquimia de hechicero/los pares atados de oídos,
pies y maleta ya no pueden atraparme en sus alcores y cerrojos/Están pariendo
a su retoño el hazmerreír con paladares-colmillos-lenguas un gesto de rebelión
sistemática/Que ya parece despistado con atardecer postizo y el enojo
fisiológico de la mirada unilateral/que el romance de Rimbaud como
un barrunto se dejó dormir, arrulló en su agonía/un yermo en la
memoria como una lanza empañada junto a una altitud de fantasmas
que aúllan ensordecedores/ y al cerrado muslo de la mente por el jadeante
clarín pueril la noche de la guerra galáctica nos calcina/sin alumbrar la recámara
el filo de la sombra es un regodeo atornillado a la angustia/En el polo norte del
desierto, la hocicuda palabra vibrando en su trigonometría corporal/
El tuétano de los ojos es la atávica resonancia lo nocturno que carcome
la menstruación de las flores de Orestes/Como el eco de un grito entre las sábanas
que hoy la vida te reprocha tu camino con lloros embadurnando la ruta
de las sonámbulas caricias/ elevó mi conjuro la millarada tarde/
Ivette Mendoza Fajardo



jueves, 3 de diciembre de 2020

Por su inquebrantable fragmentación

 

Por su inquebrantable fragmentación sicómoro bestiario entrega la savia
virtuosa/ reverdece a ser el fragor vital de la bocina/ matiz sonoro de las
cebras lloraban siglo a siglo el espíritu de las lenguas/ se va enroscando
un mar dentro del mar impulsando la estrafalaria mordedura/ El secreto de mí
misma le juzgará marfil noble amargo sabor de la pandemia/ ser boceto del
epitafio esos negros quioscos que alcanzaron a rozar pelusas de pisciformes
evidencias tácitas/ hervor del desafío humanamente oscuro y laúd de mal
auspicio/ de la lechuza que aguarda la templada guarnición/ La lujuria en su
madriguera me trasplantó hacia sus imperios/ Trueca por el duro acero
ataviados de etiqueta como de hambre electrónica con un túnel infinito y brillante
simbolizaban alfa-sextuplicación gris en el martirio/ Invertida como los
antípodas polvos de la galaxia socavada en la brujería y santería/ Antes por
el ascua batallador y dominante la rueda del destino resuelto en la convocatoria
del sentido/ Un ejército de tarántulas aguerridas/ Por el humo saliendo
de tus sienes evaporándose en mis costados disyuntivos / Ojos de pailas freidoras
justo a su alcurnia/ Creolina de mí Diango mi papa papito papera sabrosa
canción de la pa-pa-da amistosa lobo verde hambriento de ovejas revoltosas/

Ivette Mendoza Fajardo