El febril
candil apaga tu voz
Pero enciende
la miel del placer
Con su llama
mostaza ceniza cobriza
La enciende
al compás de su ajustado
Atraer.
Una
abeja azuleja por ojos dos clavos de olor
Zumba alrededor
de tus martirizados pies,
¿Habla
de qué, habla de qué?
No habla
de qué es que mira florecer al revés.
Miel y
candil golpea a mi puerta en Abril
Y
pedazo de colmena se pega a mi piel.
¡Pero viene
mi buen caballero, el mejor guerrero!
Cuando lo
pica la abeja es un hombre infiel,
Es un
hombre infeliz, y peor aun cuando lo pica
En su puntiaguda
nariz.
¿Cuál
pinchazo, vaya?
Una abeja
dentro de un campo de batalla,
Solo pica no ametralla.
Solo pica no ametralla.
A mí me
pica las manos para que pueda volar.
Ivette Mendoza