Jugueteo de la vida
Sobre una barca curtida,
Profundo, las algas ciegas
Que jamás vieran las rocas.
Pasatiempo en cada abolladura
del viento,
Se empina al deslizamiento de bahías,
Penetra al pensamiento menudo
y
Suda por los dedos del agua.
La muchacha que adorna la
costa.
El adolescente rostro fumando
cigarrillos sin filtros.
Y en cada fumada, ajada,
Proyectando un paraíso
clausurado en ruinas.
Se ignora lo que está enfrente,
Lo que está enfrente se
ignora.
Ivette Mendoza
Gloria equivocada
Gloria equivocada de luz
incierta,
En realidad no había nacido
para
Ser luz y no hay motivo para
Explicar su esencia sola.
Era su vergel la lejanía, que
se
Alimentaba de penumbras, más
Por el camino fingía ser
victoria y
Se aferraba a la luz.
Se aferraba, se desprendía se
Aferraba y se volvía a
desprender
Con su llama en convulsión,
pero solo
Humo acontecía y fingía.
Nada pasaba en su inercia que
Explotaba en el aire quedando
El aire maldiciente,
aparentando
Ser complaciente, luego se
estrellaba
Contra la muralla a respirar
su
Propio aliento viciado.
Ivette Mendoza
Cómo
el agua vierte
Cómo el agua vierte y va translúcida,
De vez en cuando es música, así recuerdo
Los umbrales emotivos en que he dormido,
En mi nombre permanente fluye ahora.
De vez en cuando es música, así recuerdo
Los umbrales emotivos en que he dormido,
En mi nombre permanente fluye ahora.
A veces entristece mi alma al ponerse
Un tanto insípida, con el
Dulzor de la fuente constelada se
Dulzor de la fuente constelada se
Sienten las mañanas puras, las lunas llenas.
Y a cual más sabrosa de palabras un
Numen de laurel se agrega a menudo
Como un regalo de otoñó que busca
Su igualdad en el derretimiento de nieve.
Yo elijo lo alegre de su transparencia
Exacta, por eso en este vaso siempre el amor
Va diluido en agua fresca.
Ivette Mendoza