Caparazón
tras la partícula hijo que suplica porque si
respetó a la
tranquilidad desabrida como que nacían adolescentes;
la zona de
ambos es la dirección del este ante los dotes que prometieron.
Capitolina intención,
alteradas ramas que por ilusión quedaron
al dios
divino que hoy por mi tomó su enorme decisión.
Señor romano
que romance en que situación viene la aurora
dispersaron la
unción de sentirnos reyes en campamento justo
sufrido turna
al escribano, muestra la historia que deseamos ver.
El tóxico
verso mira su afinidad electiva, y es la abstracción inversa de asfalto.
Apocalipsis numérico
vincula redentor tráguese la lengua espartano,
sinceramente
la doctrina del crepúsculo negro genera cierta estimación
miramos al
vestido ilustre bajo el poder de la tórtola nauseabunda.
Doble sujeto
sobre la hormiga interoceánica corredera a descontrol
ensamblada en
la hielera precedidas a tenor, quiere casualidad
del reloj
loco de sonrisas y otras prosas de tumba herida, omoplato
etílico fortachón brama al final de todo.
Paseamos las
letras como en tráfico hidrológico de enfermedad horneada
y principios
de la patria de imágenes neoclásicas en aparente roto motor
zoológico de
sufrimientos que representa dañar un pasado adjetivado;
monumento pectoral de renacuajo renacentista morder tus labios
quiere para almacenar veneno hasta la compostura de mar adentro.
Ivette Mendoza