Related image

martes, 8 de septiembre de 2020

El día desilusiona sus figuras retorcidas

El día desilusiona sus figuras retorcidas,
Sin ninguna pizca de latido mitocondrial
Mi sombra impávida moría de un ataque de risa
Y era la voz de oro de una inédita canción.

El verdor del horizonte pitagórico es una página
Pasándose con yemas de hielo encantadas
De esmeraldas, acostumbradas a ser un
Habito nocturnal de arte popular con
Sobrehumano esfuerzo.

Atrapar dragones de cintas cómicas en
Miope realidad de pataleos salobres
Donde caminan perezosamente hacia el cenit.
Enclaustre. Silencio. Eternidad. Soledad.

Beber auroras boreales para lucir iluminada
Llega prontamente un martes de avestruz
Renuncia su calidad ausente en murallas
Lazulitas sobre la lumbre de la emoción.

Fui fosilizada en la época de Poseidón
En la pregunta de la evaporada evolución
Infiltrándose mis vestimentas en jaguares
Sobre un lagrimeo xenófilo donde timbraban
Geométricamente cierto trozos de panes
Excomulgados dentro de utópicos cocoteros.

Diptongación de la memoria y mi garganta
Holográfica que disputaba el gesto indiferente
Bajo el astro escamoteado que escapaba en la
Tristeza tuya y me hacía reír condenada
A la ley perpetua de sus pies digitales.
Ivette Mendoza