Crepúsculo
energizado, bruma furibunda, paisaje macilento,
cacatúa por
la cadencia enjaulada para entretener mundos
en vuelo apocalíptico;
viento argumentado dentro de fuego glotón
y entre los saturados sueños,va con pico de linaje, abulia y modorra,
por las alas
inocentes en fronda revestida de vida cotidiana.
Discóbolo del relámpago perennemente poético.
Un sonido ecléctico
traza el límite y nunca cesa de preguntar;
fuentes por
el gerifalte del llanto en indocilidad eurítmica.
Dádiva de mi
voz como en su capacidad de ave híbrida
ante el brillo
de mis ojos, la novedad es su nueva llamarada…
Ivette Mendoza