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martes, 29 de agosto de 2023

Brotan balsámicos suspiros


Brotan balsámicos suspiros
cual lágrimas insurgentes,
deshojo neurótica aritmética al falsear—
arrepentimiento que a paso lento
cambia la oquedad de mis pesares.
Es el atrevimiento axiomático que suplica calma,
cuando la abstracción somete al viento—
achaca, interjecciones, en la epidermis, en el alma,
como requiebros abucheadores del pensamiento.
Rasgo con normas cabalísticas, con rodilla ajena,
escarmiento en raíces del desconsuelo—
corola que equilibra en ciegos apegos
dentro de cascarones de silencio.
Como quien aconseja a un engaño errante,
el albaricoque inhospitalario gotea en un adiós sin tul—
gingivitis espolea, sin progreso constante,
citoplasma apresas en mi marcapaso anhelo.
Azules espacios, tiempo en injurias,
sin el toque labial de ser trovador en esta era—
sin desfigurar lo que de verdad existe insanablemente,
retroceso rábico que desciende lerdo, en mí se espera.
Nevera recalcitrante en juventud extrema,
como el clímax de una jactancia que se desarma.
 
 
Balsamic sighs sprout
 
Balsamic sighs sprout
like insurgents' tears,
I shed neurotic arithmetic when lying—
remorse that at a slow pace
changes the emptiness of my sorrows.
It's the axiomatic daring that begs for calm,
when abstraction subdues the wind—
blames, interjections, on the skin, in the soul,
like jeering quips of thought.
I tear with cabalistic norms, with someone else's knee,
chastisement in the roots of despair—
corolla that balances in blind attachments
inside shells of silence.
Like one who advises a wandering deceit,
the inhospitable apricot drips in a farewell without tulle—
gingivitis spurs, without constant progress,
cytoplasm captured in my pacemaker I long for.
Blue spaces, time in insults,
without the lip touch of being a troubadour in this era—
without disfiguring what truly exists, incurably,
rabid regression that descends slowly, in me it waits.
Recalcitrant fridge in extreme youth,
like the climax of a boasting that falls apart.
Ivette Mendoza Fajardo
 

sábado, 19 de agosto de 2023

Dueña del átomo de estrella fatua


Dueña del átomo de estrella fatua,
incrustada en el ósculo de tu mirada,
me metamorfoseo vertical
en una infracción leve de apaciguamiento,
el crepúsculo de un pensamiento caliginoso
a la luz de la luna aprendiz de marañas
gráciles y habladoras.
 
Me extiendo como ave trasnochada
en la estantería del olvido turbio,
con la mente despierta de cosas insípidas,
vigilando mimetismos a la entrada,
tras la aserrada serenidad
del gesto en cáscaras de ternura.
 
No vocalizarán los mundos de asaltos lacónicos
mientras abdica esta bacteria primordial
que desbastó mis raíces inmaculadas,
dejándome una caricia erudita,
unas prendas desgarradas de voces fastuosas,
en este anochecer
que peregrina con sueños voraces,
abrigo, suéteres, bufandas desgastadas,
que parsimoniosamente ha llorado el universo.
 
Owner of the fatuous star atom
 
Owner of the fatuous star atom,
embedded in the osculum of your gaze,
I metamorphose vertically
in a minor appeasement violation,
The twilight of a caliginous thought
In the light of the moon apprentice of tangles
graceful and talkative.
 
I extend myself like an outdated bird
on the shelf of murky oblivion,
with the mind awakened from insipid things,
watching mimicry at the entrance,
After the serrated serenity
of the gesture in tenderness shells.
 
They will not vocalize the worlds of laconic assaults
while abdicating this primordial bacterium
that roughed my immaculate roots,
leaving me an erudite caress,
a few torn garments of lavish voices,
in this evening
who pilgrims with voracious dreams,
coat, sweaters, worn scarves,
that the universe has cried parsimoniously.
Ivette Mendoza Fajardo

domingo, 13 de agosto de 2023

Desde la cúspide de un yermo inicuo


Desde la cúspide de un yermo inicuo, el fuego asciende,
bajo el cielo azul abnegado, halla refugio la luna cacofónica,
una quimera melódica resuena en mis sueños perniciosos,
el ablativo de estrellas, ya lejanas, vibra a último candor:
¿Por qué desenterrar lo perdido, lo helado en terquedad?
Las máculas brillarían con elocuente encanto agreste,
donde narras tu hálito, tu luminiscencia, tu alegría.
¿Por qué convocar a los héroes nefastos del tiempo?
La quintaesencia es un jolgorio de fechas caducas,
el estruendo, una torpeza de sonetos marchitos
en un trampolín engolado de sentimientos huraños.
Tal vez el amor descosido anhele el oprobio sobre el desierto.
Este sopor eterno esculpe las mañanas frívolas,
forja mi existencia en el fuego grácil de la inocencia.
¿Notas quizá un lozano murmuro y sutil bajo los albores,
¿El divino tango de tus ensueños?
Envuelvo mi perfil pálido en estos sacramentos.
Y el estigma de mis ojos –el que observa- reflejan
la vasta perfidia y su enigma.
 
 
From the peak of a wicked wasteland
 
From the peak of a wicked wasteland, the fire ascends,
under the selfless blue sky, the cacophonous moon finds refuge,
a melodic chimera resonates in my malicious dreams,
the ablative of stars, now distant, vibrates with final candor:
Why unearth what is lost, what is frozen in stubbornness?
The spots would shine with eloquent rustic charm,
where you narrate your breath, your luminescence, your joy.
Why summon the nefarious heroes of time?
The quintessence is a revelry of outdated dates,
The disgrace, a clumsiness of withered sonnets
on an affected springboard of sullen feelings.
Perhaps the unstitched love yearns for disgrace upon the desert.
This eternal drowsiness sculpts the frivolous mornings
and forges my existence in the graceful fire of innocence.
Do you perhaps notice a robust and subtle murmur under the dawn,
The divine tango of your dreams?
I wrap my pale profile in these sacraments.
And the stigma of my eyes - the one that observes - reflects
the vast treachery and its enigma.
Ivette Mendoza Fajardo
 

miércoles, 9 de agosto de 2023

Otra contradicción flota en el manubrio mudo del vacío

 

Otra contradicción flota en el manubrio mudo del vacío;
lo verdadero se apaga, desvaneciendo la claridad que fue.
Aquí, mis billetes juveniles se visten de sombras,
mis talones frígidos se ahogan en lamentos
sobre un pergamino de maravillas;
me exigen penalidades truncadas:
y una voz se nutre en la flor luminosa del nunca.
Desde mi alma enclavada,
la existencia se hunde en el margen calorosamente,
la opulencia brilla con su ira de tormenta albina.
La apatía del reloj es el último canto de la oscuridad,
y la década obstinada tras el cristal
persigue el fluir del tiempo, como un decibelio  
de añoranzas fugitivo. ¡Ah en este instante!
un laberinto de fonemas es la más melancólica escama de un
vagabundo terceto,
y el chirrido de la puerta, una pirueta aventurera y osada.
Las mañas invaden la penumbra exiliada,
devoran la liturgia en copas inquietas,
seducidos por el ensueño medicado de vanidad.
Se empinan sobre las exequias endebles del romanticismo,
y susurran la fragancia de la libertad senil,
como buscando desvanecer aroma y esencia,
mirra y suspiros matriarcales.
 
Another contradiction floats in the silent handlebar of the void
 
Another contradiction floats in the silent handlebar of the void;
the truth fades, dissipating the brightness that was.
Here, my youthful banknotes dress in lustful shadows,
my frigid heels drown in lamentations
over a parchment of wonders;
they demand truncated penalties:
and a voice nourishes itself in the luminous flower of never.
From my enclosed soul,
existence sinks in the margin warmly,
opulence shines with the anger of an albino storm.
The apathy of the clock is the last song of darkness,
and the stubborn decade behind the glass
pursues the flow of time, like a decibel
of fugitive longings. Ah, at this moment!
a labyrinth of phonemes is the most melancholic scale of a
vagrant tercet,
and the screeching of the door, a daring and bold pirouette.
Tricks invade the exiled gloom,
devour the liturgy in restless goblets,
seduced by the medicated dream of vanity.
They stand on the weak funeral rites of romanticism,
and whisper the fragrance of senile freedom,
as if seeking to dissipate aroma and essence,
Mirra and matriarchal sighs.
Ivette Mendoza Fajardo

sábado, 5 de agosto de 2023

Delinquían senderos en él requiso

 

Delinquían senderos en él requiso

del badajo carismático,

hilvanan enigmas de columbinas entre la falcada

de albores inadecuados,

sonrojo de albaricoqueros,

panza de neutrones forajidos,

ámbares de reconocimientos paternales,

vergüenzas motas y panes dorados boquisumidos,

mi pureza es albergue de forraje,

el espíritu, lepidópteros níveos precavidos,

aturdidos en lontananzas inadvertidas,

mis falanges rebufan en tu paladar confianzudamente,

andrajo tierno,

nidifica intercutáneamente

la sinalefa en el cojín.

 

 

Paths sinned within the charismatic clapper

 

Paths sinned within the charismatic clapper,

Weaving mysteries of doves amidst the sickled dawn,

blush of apricot trees,

belly of outlawed neutrons,

ambers of paternal recognition,

blotches of embarrassed golden loaves, mouth-full,

my purity shelters fodder,

the spirit, cautious snowy butterflies,

dizzy in overlooked distances,

my phalanges rebuke trustingly upon your palate,

tender rags,

nestling, the elision hidden within the pillow.

Ivette Mendoza Fajardo

martes, 1 de agosto de 2023

Tus caricias engendran vigorosidad entre mis venas tristes

 
Tus caricias engendran vigorosidad entre mis venas tristes,
¡tu querencia de codicia estremece mis simientes!
tu ensueño de benevolencia, en su taciturnidad, me atrae,
aquí he rechazado la horribilidad del pensamiento,
como entregando mis secretos más intrínsecos, sin temor;
me doblego sin arrepentirme a esta fuerza que nace dentro de mí,
que no permite a la lucidez razonar, sin estancarse.
Tus decisiones construyen prodigios en mi rostro.
Tu suerte de ilusión versátil me invita a confiar sin miedo,
a saltar al infinito inmenso y oscuro
que no entiende al tocar sus inquietudes.
¿Cómo puedo hallar el bienestar que desea?
Aquí está su dolor de venganza cuchicheando entre las cuerdas
del violín.
Aquí reposa la almohada del misterio donde el
alma descansa sus emociones que entretejiste en noches de insomnio,
la embriaguez del tiempo que impresiona el ritmo acuático de
las palabras enhiestas que se convierten en leyendas
cuando se unen a este silencio de seducciones prohibidas.
Aquí se enjuaga el vocablo, lleno de compromisos reposados,
hasta el momento de liberar los fonemas que duermen en su interior.
 
Your caresses engender vigor in my sad veins
 
Your caresses engender vigor in my sad veins,
your covetous desire shakes my seeds!
Your dream of benevolence, in its taciturnity, attracts me.
Here I have rejected the horridness of thought,
like delivering my most intrinsic secrets, without fear;
I yield without regret to this force born within me,
that doesn't allow lucidity to reason, without getting stuck.
Your decisions build wonders on my face.
Your sort of versatile illusion invites me to trust without fear,
to leap into the vast and dark infinity
that does not understand when it touches its anxieties.
How can I find the well-being it desires?
Here is its pain of revenge whispering among the strings
of the violin.
Here rests the pillow of mystery where the
soul rests its emotions that you wove on sleepless nights,
the intoxication of time that impresses the aquatic rhythm of
the stiff words that become legends like
when they join this silence of forbidden seductions.
Here the word is rinsed, full of rested commitments,
until the moment to release the phonemes that sleep inside it.
Ivette Mendoza Fajardo
 

lunes, 31 de julio de 2023

In the pious decimeter of the night

 

In the pious decimeter of the night, life wanders,
like the deranged echo of a sluggish bat.
It believes that glyptic, its companion, has decided
a judged comedy with death, its escape
is frivolous and wayward like a ruthless discouragement.
It often tries to dissuade itself, at the blow of afflicted heart diseases,
knowing well that on each planet it encounters,
the Tedeum resounds in its jungle of pinky and keratin,
it longs for the cavalcade, the river, in its feat of dorsal favor.
The menu of small things of the ruffian huipil, as an honor of pain,
harassing in the protozoan of its sad surrender.
The pieces of advice, slaves in their pollution deception,
sing, growl, their funeral song, a prelude to melancholy.
Its contact lenses, like concrete euphoria, rise,
the babyish face cries, its peremptory essence is transgressed,
a squeeze of observing dolls, of so much destruction,
the work pressure of a love poem, thus it is illustrated,
in the infinite astrolabe of the moribund destiny.
Ivette Mendoza Fajardo

En el decímetro piadoso de la noche

 

En el decímetro piadoso de la noche, deambula la vida,

como el eco demente de un murciélago remolón.

Cree que la glíptica, su compañero, ha decidido,

enjuiciada comedia con la muerte, su escape

es frívolo y descarriado como un despiadado desaliento.

Menudea con disuadirse, al golpe de cardiopatías afligidas,

como tal sabe bien, que en cada planeta que encuentre,

resuena el Tedeum, en su selva de menique y queratina,

extraña la cabalgata, el río, en su proeza de favor dorsal.

El menú de menudencias del huipil rufián, cual honra de dolor,

hostigando en el protozoo de su triste rendición.

Los consejos, esclavos en su patraña de polución,

cantan, gruñen, su canto fúnebre, preludio de melancolía.

Sus gafas de contacto, como euforias de concreto, se elevan,

la carantoña llora, su perentoria esencia se trasgrede,

un aprieto de muñecas observadoras, de destrucción tanta,

la presión laboral de un poema de amor, así se ilustra.

en el infinito astrolabio del destino mortecino.

Ivette Mendoza Fajardo

sábado, 29 de julio de 2023

En la garganta del viento gnomo

 

En la garganta del viento gnomo, mi voz se escapa ligera,

revolotea como un ave, libre, sin fronteras ni empellones.

Vestida de rostros suplicantes mi alma, se eleva gallarda,

cual cometa en cielos, sin cadenas fieras dulcemente.

Cual Quijote en su andar andariego,

sin miedo ni calma, ni tropiezo ni barreras salva,

navego en la aventura de alcanfor, con espíritu audaz.

Derriba y aprieta castillos de grises murallas y mentol,

buscando horizontes politeístas de un mundo veraz.

Júbilos y duelos, en coro se entrelazan confianzudamente,

mis emociones, versos en armonía sutil y proyectada.

El vino del corazón, canta sin tregua,

un brindis al universo, poesía renegada entre párrafos.

Ivette Mendoza Fajardo

viernes, 28 de julio de 2023

En el cielo nocturno de tus sueños

 

¡En el cielo nocturno de tus sueños, oh un gemido estelar!

la luna, cáliz de corolas, en su esplendor divertido,

y el viento danza, supersticioso y misterioso y leal

acariciando la ingle de la noche arrebatada en su fulgor.

La tormenta arremete, feroz y crédula,

como guantazo furioso de la ira divina y asesina,

y en la intemperie de emociones indómitas,

se esconde un sol radiante tras la cortina de ámbar.

La greda del pasado, hoy se sedimenta como

en la historia que teje este tiempo errante,

y en el equilibrio frágil, pero eterno de furias,

reposa el alma, en su vuelo titilante.

He sedimentado dolores y pesares y rescoldos

como vestigios que el tiempo va dejando,

pues en cada guantazo de los avatares,

aprendí a seguir, sin quedarme esperando despacito.

Así…así nomás.

Iv ette Mendoza Fajardo

martes, 25 de julio de 2023

Mis dedos saltan la quebrada imposible

 

¡Mis dedos saltan la quebrada imposible...

¡Y se tonifican por el chorro de la amabilidad!

 

Veo sus uñas sobre un día de ojos

extraordinarios...

 

La boca con sus gestos, nos brinda

cálidos y espirituales besos.

¡Su mareo es la imitación de su voz infinita…!

 

Los errores bancarios cazan de la estrella sus arrugas

y veo un préstamo sonriente vertiendo llantos

de payasos

lágrimas que van entrelazadas en los encantos

pectorales de medusa y adivinan el futuro

sobre su colores y morfemas peculiares.

 

¡Pensaron en mi... en nuestros pragmáticos placeres

y comprendí que la modorra es un experto mujeriego…

Y el mar… la fortaleza del mundo...

de la humanidad entera.

El dolor vive en el indecente escalafón... en mi…

en lo que nunca fue aconsejado,

Perdóname no tenía idea que era hecho de egoísmo

ripioso, pero... así…así discreto…

Ivette Mendoza Fajardo

domingo, 23 de julio de 2023

Aquí estaba un piano meditando

 

Aquí estaba un piano meditando,

se hincha en sus teclas dolorosas

sobre los atardeceres capilares.

Soy otra nota musical entre miles, las

gafas de la dislexia,

escriben fatuos pentagramas,

entre mis pesares escondo la rueda unicelular.

Yo también entierro la ceguera de la necesidad,

el pleonasmo del encuentro.

Y no diré que conquistar toda una década,

las termitas consoladoras

ya arrasaron a mi descendencia.

Hay videollamadas que negocian

en funerarias,

se pelean contra la encomienda

y sobreviven a sus mitomanías.

Otras que perturban

con sus formas de hacer detalles,

sus dientes perfectos,

la prueba del alcohol de sus dedos.

Yo sólo navego lentamente

en la casualidad de la noche,

toco entre cuchicheos bailarines

bajo lo bota crucificada de Dante

el poblano transmisor que construye

mis secretos, la música de Nemo.

Ivette Mendoza Fajardo

jueves, 20 de julio de 2023

El martirio del pan que no ha recapitulado


El martirio del pan que no ha recapitulado

aprieta su esternón,

una frente tersa de música mansa,

la curvatura del alcohol que no encuentra

su salida,

el diseño rábico del amor donde anuncia

su adiós lejano el reverso.

Cómo no manifestar a este fatuo fuego

acostado en sus tres soles,

pidiendo fiado como un río viudo sobre

la cara del disimulo.

Debate esta esfera doblemente triste:

Reprogramando saludos sus dos orejas,

oh ave maría del escándalo neófito

en que lo habrá convertido su reaprender

del gozo.

Su gratitud rotunda busca su soberbia

para lograr la terrena nada.

Estrés oportunamente canino,

el ladrido del universo paralelo.

Cómo no sentir a ese chiste inverso

que atraviesa el alma

con la sordera de almíbar en un espacio

vacío en las cejas.

Ivette Mendoza Fajardo

martes, 18 de julio de 2023

Por no desglosar fortaleza heredada disfuncional

 

Por no desglosar fortaleza heredada disfuncional
del “imitar”, revolcada a la producción sazonada
de nervios ancestrales
que manipula la historia sobre un lienzo matriarcal;
con el hilo virtual sonando en el borde avezado,
el debate esencial se iza infiltrado,
prolifera entre el primero y segundo pensamiento
en cáscara de rabia deponiendo por lujuria
a un cuerpo de agua lampiño
que considera y atrapa peligroso su lado amable.
La viagra de la esperanza se hace de la vista gorda
para tener apoyo y audio-enajenado alivio
en la majestuosidad de sus pies bicicletas
en la que ya no suele ser cabriola recién alumbrada.
¡Ah de nuevo aquí!  es ése solidario despertar,
el novicio desliz que se da cuenta triangular sin voz ni voto,
el simbiótico perdón experimentado que viene a catar
el jugo menstrual del resentimiento reciclado de muchos siglos.
Ivette Mendoza Fajardo

domingo, 21 de mayo de 2023

Irisados elementos

 

Irisados elementos comineados cuyas lucideces
truecan con las emociones siderales;
cuyas narices son las linternas voladoras
del propio gene que les dio fructíferas vidas.
Arrinconados a las estrellas por sus virtudes
se vacilan cosas como encantadas y dilectas;
se peinan a las puras violencias innecesarias
y ya son misterios colgados a la tristeza.
Observadoras tan Penta vocálicas se presienten
en su término solo de una existencia tan poderosa
mientras las consonantes están de fiesta
nostálgicas y ausentes.
Es que hay un zanjón que pedía mucho tanto así
que toda su edad de oro se levantaba solo
al tocarlo en su martirio ante un arbusto generoso
quemándose en la llama de un beso asimétrico y
risueño.
Ivette Mendoza Fajardo

sábado, 6 de mayo de 2023

La pesadilla en las capas del ozono

 

La pesadilla en las capas del ozono
La estancia sufre en el espacio de un abrazo quieto
Un murmullo zodiacal a través de la nostalgia
Con orejas y parlantes la edad maullaba
La noción del tiempo que comenzó el conflicto
La mezquindad con que se elaboran las directrices.
El reto que sopla la cara de las necesidades
Y una placenta que acusa
la constante primaria de lanzamientos románticos
y la hemorragia silicona del atributo.
De la sensualidad inmolada de reingreso a la poesía
A la inauguración y nivel de tiesura del
método euclidiano
Encontramos
Pacificación por el impertérrito almanaque lunar
La imposibilidad del lado izquierdo de la boca
de un ordenador.
Emoción mutua con los colores del cuarto creciente
de la luz
Resultados psicométricos de luna testaruda gimen,
mosquean las horas de tostar verdades
Cielos unitarios de siestas fúnebres expresan:
su desamor a la bolsa de valores
a la infancia ninfómana de bienaventuranzas
multiplicadas con hocico abierto
con el desánimo de la Torre Eiffel
rechazan la pastilla de cuerpo encorvado
y formula renovaciones minimalistas.
Ivette Mendoza Fajardo

domingo, 30 de abril de 2023

Un asfalto perpendicular tirita en el cielo

 

Un asfalto perpendicular tirita en el cielo
y su agonía es el espacio que aleja el
privilegio impávido donde ahora se acopla
a contraluz.
¡Espese su cuerpo fluvial a talón grisáceo y rebota
instaurando cerrazón en desconsuelo, divagando en
serotonina alada!
Hay un escondrijo cobijando picardías en
las grandes pausas viscerales del verbo nocturno.
La impiedad del prejuicio de la noche
y su plomiza ilusión conocen la resonancia sufrida de
un silencio quebrado, simplemente carente de carne
¿el reflejo se abstiene?
El costado del costo mejor es un chiste parcialmente
nublado.
Dicen que una madrugadora madrugada
es del mismo color de un balancín respirado por la vida.
Todo lo demás es pura carátula desafortunada.
Quizás es un ruedo que derrocha desajuste emocional
y se escucha cuando cae desde el agua para siempre.
La impotente cordura se retracta
hasta la permanencia agazapada de un día exacto.
Astuto pájaro del tormento su faceta negra, maltratada
por profanos intentos, una descalza actitud, casi celeste,
nos dice que el reencuentro está entre un gramo de celo
y una nostalgia sapiente.
Ivette Mendoza Fajardo


viernes, 28 de abril de 2023

Ahora, me parece importante

 

Ahora, me parece importante que la frente de la noche
va saliendo del jugo prohibido del mundo,
mientras su velatorio sigue empotrado
como un resuello de ave mirando el pan de cada día,
buscando también luz de su ciencia revivida.
Hoy, pienso que ese porque escuálido tiene el
poder de sonreír
y a través de la lombricienta broma perpendicular al viento
puede explicar una retorcida y móvil verdad,
por eso insiste, agarrada, a este cuerno de la vida.
La última reflexión de desafío, volcado
en un estado durmiente parece a la tarde extendida
como un arranque desenfrenado
contra la pierna de la humanidad.
La pendiente de la nada suele tener el espesor
de un mérito crudo.
Un lamento de azúcar tiene sólo una parte
de un acomodamiento casis carcomido
por la muerte de un más allá que tiene la expiación
de un miedo secreto interrogado.
Ivette Mendoza Fajardo


miércoles, 26 de abril de 2023

Enfadada la tristeza es ...

 

Enfadada la tristeza es la hija hirsuta del corazón,
el mal que caía sobre las piedras de la necesidad,
una mujer tatuada dentro de mis emociones,
la palabra virtuosa en el eco de un ombligo olvidado,
un diablo prestamista con la capacidad visual de
un acordeón alcohólico,
La escoba generosa que barre los días de apellidos
funestos desde la encarcelada pasión,
la edad que zurce los congojosos calzones de la
libertad envidiosa,
la ilusión que empuja la duda en la ingeniosidad
de una foca,
el agua que vigila las recámaras de la serpiente
impresionando mi afán,
la infancia que invadía impunemente el salto
de las manzanas temblorosas,
el gorrión que abre las puertas de mis visiones
góticas,
una razón estrellada en los trasplantes musculares
de un éxito esforzado,
las enaguas de la vida donde la tarde gasta su
dinero desmesuradamente mientras tanto
el amor pronuncia a cada rato la queja de un
garabato racista y desleal.
Ivette Mendoza Fajardo

martes, 25 de abril de 2023

En esta imberbe mañana todo sabe distinto

En esta imberbe mañana todo sabe distinto.
El sol es
una florecilla mirándonos
dentro de un humor nuclear
su boca un
cielo que busca la buena música,
un alma en período de extinción
un buzo que busca dentro de mi
cabeza aquel mundo que ya no es redondo
los ángeles jóvenes reconectándome
de nuevo a la poesía
porque comprenden y activan
mi corazón en su altura
o, simplemente,
las letras muy delgadas,
formando ilusiones
que disparan espíritus saludando
tus mañanas ...
Ivette Mendoza Fajardo


viernes, 16 de diciembre de 2022

Dilatación de zozobra

 

Dilatación de zozobra que cede consistencia
en la reverencia menor de la pupila
como figurar el retumbo de las conveniencias
y la huella de la retina en su revés menospreciada
de entusiasmadas intercalaciones sincrónicas
las pisadas de la noche son el reencuentro de las almas
la mano izquierda de la bala cae en lo insondable
en el taburete de mirada a cuatro lunas de distancia
en la centinela de tormenta frasco diligente de mi yo
en el acontecimiento mismo alternado se engendre
es la constancia del ser en el instante del descuido
como impostura del mundo en el boceto de algo coherente
y no como trivialidad en el automático donde hay desmigajada
imposibilidad envejecida buscando noches en el deseo
¡ala mayor ascua de melancolía! ¿llenos de senos un vendaval?
Mordaza de proposiciones hermana de la felicidad dobla el
fondo que desfonda la ruta del odio rociado de anuncios
hurgando afectos de radiaciones de aserrín de escapes
tic tac sobre émbolos catedráticos en la primavera de la hormiga
que colecciona luz en mis sentidos ¡ay ahora la hora requiebra!
Ivette Mendoza Fajardo

lunes, 21 de noviembre de 2022

Sangre de vértice y corazón de oleaje íntegro

 

Sangre de vértice y corazón de oleaje íntegro destruyen
el eje elíptico de una piedra engolosinada y
sólo queda esa duna cotidiana del gozo amenazado
por donde impresiona a polaroid un pez en mi memoria
flanqueando hormigas prisioneras de elixires amanecidos.
Apetito compacto de muelas equivocadas
a lo largo del camino es una habichuela amedrentada
que con una mano herida de mitos primogénitos
sestea en la pradera lumínica de la metáfora.
Deletrean astros rotos embelesados de brizas
y nogales convergidos neutralizados de viento mártir.
Lejanías barnizadas educan tu actitud de ave
cansada, olorosa a tiempo nuevo,
organismos biónicos de voluntad perforada, todo
lo vivido lo multiplican, reptando tornadizos
husmeando una muerte prófuga para difuminar
su soledad rectilínea donde
ve un pie despierto y frío
que espolea con impulso en otro pie en lumbre.
Ivette Mendoza Fajardo