La despampanante, colorete carmín
Entrepiernas abiertas hacia al
Moulin Rouge.
La danza del Can Can enfurecida
Nunca deja de danzar, nunca
deja de sonar.
La copa de vino, el cosquilleo
en acción
El bombillo parpadeante que
hace llorar,
Solitario detrás de las
cortinas.
La mesa con su mantel
planchado
De pie, estática, fotografiándolo
todo
Nunca antes, siempre después.
El trago de Vodka desconsolado
Y los encajes que adornan
El charco de la calle, despampanante.
Ivette Mendoza