Nace móvil
Nace móvil un lienzo halógeno,
Un fresco océano lo precipita
A la cueva mimosa que goza la
Rosa rociada, la rosa, rosa
oteada.
Estancia de un corazón de
viento
Que haya ventura en su
armadura,
Su realidad dulce. En el
estero, sus
Ansias.
Tiembla, tiembla el gemido
interno
Tiemblo en el reversible confín
Tiemblan las horas cuando se
acerca
El fin; huella que deja en la aurora.
Como el Triángulo de las
Bermudas,
Desaparece un buque de lágrimas,
Estático al fondo del mar,
astral en
La superficie. Tragado en
horas
Menguadas, por una tarántula- arrecife.
Me embarco en el destino
clavado
Por pinos. Un puerto de
sombras,
Un jilguero adivino que canta,
canta
Y tiembla al cantar. Venía cansado.
Venía extasiado.
Ivette Mendoza