El iceberg iletrado de sal
Se escapa locuaz del meollo oleáceo
violáceo
Que sabe la historia del
alumbramiento
Glacial.
Psicodélica antorcha olfatea su logística
Y engulle el sabor de la vida
Con sus tenazas mostazas.
¡Átalo del cuello, y ponlo a
prueba!
Déjalo nadar en sollozos de
lenguas.
Déjamelo a mí encogerlo antes
que
Pueda escapar.
Solo hay un lugar lúgubre a la
orilla del mar
Donde lo podemos embalsamar.
Estudioso nunca ha sido; una
suerte de leche
Con una pizca de sal es lo que
necesita
Para poder comenzar.
Atila, dijo… ¿Pero que hace Atila
aquí?
Si todo lo que se le avecina,
se le avecina
Imposible como de ciencia ficción.
En el enjambre de cruces, su
diente óptico
En el enjambre de espadas, su oído
molar.
Abrázame esqueleto de hielo, abrázame
Con mucha formalidad.
Ivette Mendoza