Lanza sin Destello
Yo bruño la trama incandescente del jade al
libreto del clima
en su angustiada compostura,
entrelazando crines y espolones con vuelo
de libélula,
mientras descubro lo sensible en el recinto
de constelaciones
y piruetas.
Respiro savia de seda en su caudal,
el postulado que nos espera y no niega lo
entero y lo abrupto,
el alarido del único sátiro con semblante
de espectro.
El amor deja de ser conjuro con ojos
tornasolados
en corazones nuestros destejidos
y renueva la armazón de la mesura,
como una pausa de hostia en paladares
esparcidos.
Soy el alba que inscribe en el aire el
misterio de la nada
con el último haz de su propia lanza sin
destello
lo que alguna vez fue: un racimo de voces
proferidas sin rozar el yo con la hondura.
En la llamarada consentida de una flor, mis
versos me
esperan en el umbral de lo sentido y lo
latente.
Ivette Mendoza Fajardo