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viernes, 14 de junio de 2019

Rostros amargos en rodillas viscosas


Rostros amargos en rodillas viscosas
Espadas picarescas dolientes
Corazones en estatuas de sal
Adioses reprimidos y estrafalarios
Lujuria del cielo
Labios dorados
Eclipses de palabras abrazadas
Soles con nombres y apellidos
Espionaje de la uña secreta
Suspiro mimoso del insecto
Antena encerada y banal
Reloj de la cumbre uniforme
Agujas de la isla encantada
Por las tardes
Bocas que se alaban en ramilletes
Pulsación del garrobo en verano
La noche cruza por el bien de la sombra
Capitanes en el mar del silencio
Zarandean en la era del pirata
Enigma del hueso virginal
Ramillete de sombras
Insecto dorado
Labios del verano
Amor austral
Submarino pensativo
Esclavo del viento
Espada picaresca
Rodillas viscosas
Alma de hierba
Tiznada de ilusión.
Ivette Mendoza
2017


miércoles, 12 de junio de 2019

Se cierra el telón, oscurecen los lirios


Se cierra el telón, oscurecen los lirios en delirio
y el crepúsculo asolador de sus alas rosa,
cosechan los furtivos besos en el espectro 
de sus lágrimas ardientes.             
La noche huele a misterios de altos cielos,
la sombra del manto azul propaga mil razones,
se proyectan olas blancas en los corazones hasta el
espacio virtual de su voz irresoluta.
Cuelgan del madroño, tibios madrigales cuando
florece nuestro olvido en su esperanza ciega absoluta.
Auroras de amatistas, cuán gris está el alma hoy,
cuán lejano se escucha el latido de la tierra,
nubes de plata que sostienen tu encanto,
esperando de su melancolía una flor marchita.
Una llave que se pierde dentro de cántaros          
dormidos, me saca un gesto de dolor, corta el
tiempo con el filo de su lengua y mientras más
corta el tiempo, más espero que se abran            
las puertas del sol. 
Ivette Mendoza

Cara, carita, de labios sol dorado,


Cara, carita, de labios sol dorado,
labios frescos que sonríen, amor deseado.
Ojos pardos, agua cristalina, sueños puros,
bajo la luna diamantina, cielos claroscuros.
Despiertan, suspirando lo cierto y seguro.
Tú lo sabes, yo lo sé, labios que duermen
y sueñan talvez como una quimera roja,
como una rosa recién cortada una vez.
Oh cara, carita cuyos labios encantadores
yo he besado al derecho y al revés.        
Oh fuego de labios rojos, amor mío;
oh lluvia de besos entre los sueños, albores
Ivette Mendoza
2018

domingo, 9 de junio de 2019

Faroles, tranvía infinitesimal


Faroles, tranvía infinitesimal
plataforma personal, tenía
la lengua carnavalesca
ese manantial de sombras burlescas
con un clavo en el corazón de Nerón,
el fuego lacónico de todas los magos  decían      
en el ápice de su lengua del dulce deseo,
Teseo en mi piel.  
Ivette Mendoza
           

sábado, 8 de junio de 2019

Atardecer


Atardecer
que  me envuelve con el lienzo largo de su hálito dócil,
amor que empieza en el horizonte de tus ojos
relatando la historia de tus pies errantes.
¡Ah mundo presente, blancura de tus sueños pigmeos!
Vientre rocoso de la rosa inexplorada
ven acercarte a la hora que almuerza el fantasma
bien que no te importa, mucho o demasiado,
vivo viviendo como un árbol talado
me doblego y caigo por el gélido viento
que me desprende de tus  labios              
te pierdes en  el céfiro solitario  
y te encuentro en una añoranza marchita
no hay reclamo, hay perdón
hay un bulto de pecados,
martirio de niña sufrida,
tambores que resuenan
como canción  incomprensible.
Ivette Mendoza


viernes, 7 de junio de 2019

Acompañamiento en lienzo de brevedad


Acompañamiento en lienzo de brevedad,
el viento me arropa en su sórdida tristeza
acompañamiento sobre el azúcar y la saliva de la flor
emponzoñando las tardes frías, desde sus pesadillas.
Doble pliego de tu almohada a mi horizonte,
lira rota, melodía intrínseca, sonido roto,
verbos de tus soles, verbos de tus hojas
de lo terso de tu boca, la copa de Merlot.
Clímax de tu vientre, clímax de la espada
clímax de la epístola, muérdago marchito
que doblan por el contorno de tu sombrero.
Espiga de oro contra espiga de oro
por tus cenizas me doblego sin temor a su llegada.
Ivette Mendoza

Al lado de mis sueños


Al lado de mis sueños, mi sombra,
sombra luz que me aprieta y no me suelta,
máscara que se esconde en un porqué,
en un porqué atrapando símbolos en tu nombre,
en tu nombre hay muchos ojos que observan,
que observan luceros en tu rostro,
en tu rostro que iluminan mi cuerpo.
Ivette Mendoza

jueves, 6 de junio de 2019

Astro Rey de los días


Astro Rey de los días,
salir de las sombras
con tus manos alegres
me propones mil esperanzas
en la nueva mañana.
Quimeras de bruñidos efluvios
a la hora que todo empieza a nacer,
recuerdos eternos
destellos que revolotean
en mi sangre,
lumbre de paraísos lejanos,
rayos veloces
que desciende a la tierra y
no es luz de neón,
es luz para el corazón
cuando lo apaga la razón.
Puertas que se cierran en el mundo,
puertas que se abren con tus claridades,
donde se derrite el hielo del espíritu,
lucero que no ha muerto,
árbol frondoso que crece
trayendo el gozo del pájaro fecundo.
Ivette Mendoza

Hombre que se desconsuela


Hombre que se desconsuela
en las melodías de su huellas rotas,
se abre el alma bajo la nieve blanca
y a través de su propia blancura
nos despierta y nos hace
soñar para siempre.
Hombre que se desconsuela,
cuando el invierno lo nombra
acude a revestir su tristeza
y da su pulsación de ímpetu al destino,
suaviza la tierra que encarnece su desvelo
prende su llama por todo el corazón,
escucha su voz el flujo continuo, 
empieza a vivir y triunfa 
y luego regresa a
su morada eterna.
Ivette Mendoza

Ahí queda el amor en un surco de ensueños


Ahí queda el amor en un surco de ensueños,
surco de rosas hermanas.
Cae tu corazón en el paraíso de la noche
y miras el agua de Mayo cantar, como el olvido,
como el llanto y el chasquido de hojas
que baten las alas del viento;
un poema en la ausencia de tu mirada
y desde el cielo, hasta lo más hondo
del alma su semilla crepuscular deslumbrada.


Reflejo de nuestros rostros en el cristal de las aguas


Reflejo de nuestros rostros en el cristal de las aguas,
lluvia que cae sobre el páramo,
atrayendo el peso noble de la luz
con el vibrante asombro de su gentileza,
círculos de amor armonizan el cielo límpido azul.
Las maravillas que nacen de la intensidad
del reflejo aun en el desaliento
agitan un fuego melodioso, beso en la brisa.
¡Oh amor que sale de dos rostros transparentes!
Unidos de la mano, vamos por la alborada florecida.
Ivette Mendoza

miércoles, 5 de junio de 2019

Se siembra un surco de sueños


Se siembra un surco de sueños en el tiempo.
Secretos ensueños en el centro de la tierra,
misterios creando la hoja del noble  aliento,
bañada de rocío,
sombra entre los rosales,
luz en el fruto del verso
hacia la anchura del mundo
hacia la tierra hecha sepulcro.
Ivette Mendoza



Cuerpos unidos


Cuerpos unidos en las alas de un ángel,
cuantiosos serafines forman el mundo,
senderos furtivos y comprensión de los corazones
hambre y sed salpican los cuerpos.
Unión interminable de frágiles lazos
crean su propio afán
y se acoplan al ojo indolente del cielo.
Ivette Mendoza

martes, 4 de junio de 2019

Quien interroga el silencio


Quien interroga el silencio del que ama.
Dudoso
su infortunio ansioso de inculpado.
Enfila tristemente hacia el estado letal
de las horas.
Obsequia el corazón en requiebro de alas.
El pacto imaginario se pierde para siempre
y enjuaga
sus lágrimas en la rectitud del
tan solo una tierra prometida.
Ivette Mendoza

Alas de sangre en los pies del forastero


Alas de sangre en los pies del forastero.
Los buitres se comen en la astilla postal.
Vana perseverancia de la pérdida calorífica
del cuerpo para rehacer el estado de las liebres.
Todos pasamos siendo pez alguna vez
escamas atoradas en la palanganas de las algas.
La noria encubre a su cría ciervo de la hebilla
en el tormento de la neuralgia.
Los enigmas nacen de la caricia umbilical.
La ciencia hermética del insecto da paso
a una era zodiacal depurada por el instinto.
Retenemos el pan del último fariseo.
Ivette Mendoza


Es bosque y páramo


Es bosque y páramo
la ribera que encuentra
el recuerdo de mi
momento deslumbrado.
Mujer soy, dice el verbo,
que de la mano me toma
y me protege
dentro de la luz calma;
de las alimañas, lo tóxico,
lo ponzoñoso que acechan
a lo largo de esta travesía.
Ivette Mendoza


lunes, 3 de junio de 2019

Eres un cuchillo desenvainado


Eres un cuchillo desenvainado
un infierno viviente a mis pies
un ojo alegre que desnuda a la mirada
y es justo que conserves esa mirada en la alcoba
y ser el viejo verde y seco que modela en la vecindad
y ser padre cuando nace un hijo más allá de nuestra puerta
y ser yo muralla donde tú te apoyas
y ser de ti a mí la noche fría que se posa en tu cuerpo
y ser todo
y ser mucho
y ser nada.
Ivette Mendoza
Buenas noches


El forastero


Tierra debajo de las uñas
de la sed y el desvelo
desnudos y rajados
los pies del pobre forastero.
En desorden y larga
las caprichosa melena
piojosa y sucia.
Bolsillos en la lipidia
las manos llagadas.
Hondas y marchitas
las cuencas de sus ojos.
El caminante arrastraba
la mochila y los caites
a la puerta más fría
la caminata de sus días
interminables y lentas.
¡Denle un pedazo de pan!
Un poco de lo que tanto
a ustedes les sobra
¡Denle un guacalito de agua!
Hay bastante en el tinajero
No dan ni una pizca de sal,
no dan ni la hora.
Para que rezar por la
Bendición de ese pan
Y luego irse al averno
¡Válgame Señor mío!
Ivette Mendoza

Cisnes del fuego


Cisnes del fuego
que emergen de las espinas de las rosas
y sueñan en los grandes poesías
al compás de las rimas de sus canciones.
Y con sus negras plumas
puede entrar en la muerte
de manera muy sigilosa.
Era el fuego el aroma de Orfeo sobre el agua,
y era un bálsamo de amor la lluvia.
Yo iba entre sus alas con tu sonrisa
por el torrencial de encajes.
Ivette Mendoza
2018
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Ojos del cielo


Ojos del cielo,
Corazón cultivado
Con placeres enamorados.

Ojos del cielo,
Claridad repentina
Fuerte llama que ilumina.

Ojos del cielo,
Mirando la gracia
Sin adulación ni falacia.

Ojos del cielo,
Fragantes ventanas
Del ayer, hoy y del mañana.

Ojos del cielo,
De virtud esclarecida
Suspiro divino de la vida.

Ojos del cielo
De pasos seguros
Ahora y en tiempos futuros.

Ojos del cielo
Empapados en llanto
De amor, justicia y encanto.
©Ivette Mendoza
2013

Es el canto único del pájaro triste


Es el canto único del pájaro triste,
el mar donde se hunden
las aguas saladas del deseo,
la tierra que espera
oírlos cantar
lágrimas
que le llueve a mi arcilla
humedad que envuelve mi alma
de hambre y sed.
La ronca palabra,
la débil semilla
la zarza que quema
el pájaro enjaulado.
El canto triste del amor,
batallas en su recuerdo,
canto del pájaro triste
enterrado en mi pecho.
Ivette Mendoza

De gozo y esperanzas


Pequeña como la almendra.
Ojos de mi cielo, claro resplandor.
Cuántos pétalos de amor aroman
A tu alrededor.
Desde la distancia te siento,
Mi dulce corazón y entre el mar
De mis ideas te pienso.
Hoy te abraza un vendaval
De alegrías que te dan la bienvenida.

Ojos claros, llanto de dulzura,
Ven abraza la vida que se abre
A la ternura.
Cuando el sol entró por la ventana
Muy de mañana vistiendo
Zapatillas rosadas los pájaros
Cantaban una tierna canción
De gozo y esperanzas.
Ivette Mendoza
2015

Ese velo de la novia


Un largo cabello delicado y suelto
Manto de la humedad y la montaña
Cascada de agua, velo de la novia.
Se rebalsa de estrellas la noche en sus manos.
¡Te quiero agua, dadle de beber al corazón!
Se alegran los pinares, verde amanecer.
Un pájaro canta, se alegran los pinares.
La mañana es gala, es brillo, es fiel,
Un beso en el aire,
Un sol que ha de soñar.
Hoy enamorada de ti
Mil cosas que he de recordar,
Ese velo de la novia.
Ivette Mendoza
2015
Catarata El Velo de la Novia, Canada

domingo, 2 de junio de 2019

Disposición divina


Disposición divina
de aceptar lo inminente.
Temerosamente baja la noche
hacia los designados
devanando la verdad
de los sentidos y
no se puede embobar al mundo.
Te diriges a la roca inmaterial,
y disfrutas
ver arder la llama
en los ecos tardíos,
por eso de tu carne a la mía,
el suspiro emancipado.
Ivette Mendoza

La danza de la sombra


La danza de la sombra
en el umbral de la mañana,
danzar, danzar en la orilla de tu alma
con la etérea fragancia del sacuanjoche
nos hace inmortales dentro de la sed
de las lágrimas y
lleva el reto del sueño más fantástico
hasta su memoria deslumbrada.
¡Oh que sí que no! Fulgor de noche
la danza del ayer, la danza del amanecer
la danza de la sombra
doblemente empecinada
si estas en la orilla del alma danzando, vida o muerte,
del pecho se reprime toda adversidad.
La apropiación de toda duda en los bordes
de la vida cotidiana,
!Oh vida mía, la danza del mañana!
Ivette Mendoza


En la luz purificadora


En la luz purificadora
hundí mi corazón
toqué paisajes, bebí los mares
mordí la manzana del pecado
percibí la mirra de los grande templos
toqué lo agreste de las montañas
usando guía luz purificadora,
largo amanecer,
hora de dulce aurora
mis ojos se encienden
se pierden en la dicha.
Ivette Mendoza

sábado, 1 de junio de 2019

Rasgado de mí


Rasgado de mí,
fue páramo movedizo y melancolía.
Por las altas montañas
inauguró universos sin anzuelos
y venció
en destierros.
Alguna idea
lo delata
del pecho hacia adentro
y enmudece el dedo digital
del sendero posterior.
La santidad de la sangre
recobra su vertiente.
Germina una descarga
entre el olvido y lo gótico
y retorna su novicia piedra
a concurrir en mi constelación.
Todos los frutos son de fuego
y yo me inclino ante el cordero que
se sacrifica al impacto incierto
de su voluntad.
Ivette Mendoza


Una y otra vez más


Una y otra vez más
erizados cuervos
desagarran el litoral
de sus patas brunas.
Desde la garganta
que grita y controla,
se asombra la jaula
que hiere sus reveses.
Entre los labios de agua
de la pluma insolente,
se desvanece una sonrisa
maléfica
y ancla la zarza negra
en el puerto de sus garras.
Se acabaron los ímpetus,
y el orgullo
ha derrumbado el puente
que los unía
al secreto mitológico.
Un hacedor de nieblas
empaña
la mirada del crepúsculo
y siempre es de noche
el encuentro de nuestros
corazones
y sostienen en la oscuridad,
las esperanzas.
Ivette Mendoza