Faroles, tranvía infinitesimal
plataforma personal, tenía
la lengua carnavalesca
ese manantial de sombras burlescas
con un clavo en el corazón de Nerón,
el fuego lacónico de todas los
magos decían
en el ápice de su lengua del dulce
deseo,
Teseo en mi piel.
Ivette Mendoza