Astro Rey de los días,
salir de las sombras
con tus manos alegres
me propones mil esperanzas
en la nueva mañana.
Quimeras de bruñidos efluvios
a la hora que todo empieza a nacer,
recuerdos eternos
destellos que revolotean
en mi sangre,
lumbre de paraísos lejanos,
rayos veloces
que desciende a la tierra y
no es luz de neón,
es luz para el corazón
cuando lo apaga la razón.
Puertas que se cierran en el mundo,
puertas que se abren con tus
claridades,
donde se derrite el hielo del espíritu,
lucero que no ha muerto,
árbol frondoso que crece
trayendo el gozo del pájaro fecundo.
Ivette Mendoza