Imberbe faraón de las pirámides
cactus, dátil y palmera
entre dunas por donde yo te he visto
qué alborada más secreta Tutankamon
qué más salobre lo que estuvo al fondo del mar
qué bella imagen ha quedado
indefensa y momificada
para el cristal, para el túnel
martillado
¡Oh Nilo celestial! de tú inundación
mana la historia,
brota el fruto de la sangre,
transpira por el alma
incesante viaja una estrella en la
joroba del camello
ese oro ese incienso y es sarcófago
eterno donde
no nos queda más que el sueño del
sicomoro, un pétalo
de loto que adorna y maravilla la
tierra, un papiro
que nos cuenta una historia bien
sagrada y misteriosa
mientras sopla el viento siento
contemplar grato monumento.
Ivette Mendoza
2014