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domingo, 21 de febrero de 2021

Sustantivos suspendidos en los aleros

 

Sustantivos suspendidos en los aleros del cosmos,
a lo más lejano de la espirituosa navaja decadente
que hizo una invocación en la vehemencia cruel
de las horas sórdidas mientras merodeaban en ojos inmortales.
Y tienen el poder de alcanzar el destello causativo
de la filogenética voluntad.
Clemencia:
Aleluya ahíles en anhelos derruidos, con súbito
estruendo. Mudos en el tedioso corredor del
bosque rezumante con la cabellera monosilábica del viento y
en cuyo vapor embriagante a veces yace angustiada, en mí.
Ivette Mendoza Fajardo



sábado, 20 de febrero de 2021

La piedra fría se calienta en el grito de la furia

 

La piedra fría se calienta en el grito de la furia que flota al azar;
el aroma gatuno emana la refulgencia tempestuosa
que me angustia; se bambolea la noche entre los
andamios que han teñido al sol hasta oscurecerlo.
Empieza a derramarse lentamente el elixir
candente del iceberg derretido y ruedan ya
las lunas ciegas despertando los augurios de la niebla.
El cenital embrollo sacude relojes desertores y anhelos
que ofrecen los sueños inacabados en una
copa del martirio.
En su piel había una costra briosa de sinceridad
que dejaba absorta a la luz entumecida.
Moldeamos el amor con las alegrías cálidas del verano,
con los colores explosivos del otoño, con la nívea ternura de
la primavera y con la melancolía gélida del invierno,
a veces con la pertinaz tristeza del tiempo.
Ivette Mendoza Fajardo



De un encontronazo conciliatorio

 

De un encontronazo conciliatorio para
terminar con los caminos obstinados.
Desde el último peldaño se
derriba el juramento nuevo que oscila
en el nombre de una llave fría y
que a la palabra le da color de hormiga.
Lanzar al viento contundente el círculo mágico
del agujero negro al centro de su demasía.
La blanca ilusión de los estantes transidos,
los años que me hacen falta para volver a renacer,
el huidizo carbón de una estatua fluida
sobre la desnudez lunar del reconcomio.
Y por fin,
la noche vuelve rigurosamente a su contorno
sin anunciarse por ese furor esquivo
de aire espeso.
Una casa de espuma frente al día
donde es sacro el rito de la vida
porque la orática tierra crece y sigue
la ruta hacia el peso denso de su fragua.
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 19 de febrero de 2021

Luna histérica, del espanto paleolítico

 

Luna histérica, del espanto paleolítico
que escarbas honduras apócrifas
en el canguelo de sus tierras fofas /
Soy lava cogitabunda
derramada sobre mares de agonías pragmáticas /
pugna de planetas que tránsfuga lágrimas / 
 
Ubérrimo arrebol y flama rozagante /
miras al fisgón brotar crudo
que se abruma
en tu regazo inerme /
porque eres alas de búho delirante /
auxilio y desahogo plutocrático /
 
Reverberación, apenas
fundes mis inviernos caliginosos
en tus abrazos de fuego /
unes mis mares deleznables
en la alborada indefensa
de un ojo robótico y sacrílego /
luna histérica frente a un aleteo
de la oscuridad /
barca ácrata sin vela /
Ivette Mendoza Fajardo



jueves, 18 de febrero de 2021

Son lucernas navegando sobre el mar

 

Son lucernas navegando sobre el mar de sudores arcaicos
su dios oxidado causaba intensidad trasparente
y un hueso abarrotado en la terraza de tus ojos verdes
como una mano reverenciando un carruaje de urracas abrumadas.
Una hoguera trepidante quemando en el muro de lamentos magros
y una celebración pagana sangrando tormentas por las noches
era la silfide de fuego que debía arrebatarle al desaliento de la
madera y la distancia que se acomodaba en tu piel de reflejos
predestinados diciéndote:
Vislumbra para buscar dentro de la explosión galáctica
todos los misterios que en menguante ya perturban.
Ejemplo y aviso adquieren el desliz indiferente del mundo,
con la conciliación de sus huellas digitales membranosas.
Ivette Mendoza Fajardo



 

Metafísica nocturna

 

Metafísica nocturna
a luna de media noche es
el relámpago de la divinidad
nublado por
el estridente mundo.
Melodramas con apología
sobre adicción a las sombras
de lacónica existencia:
Nada ruboriza al parpadeo del tiempo
que nos transborda a un sitio sublime.
El razonamiento pertinente
se une al cielo del destello ululante
y otros albores:
En la súbita rama del
cristal misericordioso
tu silueta etérea marca
el edredón de las horas.
Ivette Mendoza Fajardo



miércoles, 17 de febrero de 2021

Síntomas renacientes de campanas vivas

 

Síntomas renacientes de campanas vivas /
Morfeo es aroma de placer, huye de su ideal,
su emoción en la resonancia trashumante del Olimpo /
Prodigo del bien mayor, prodigio enhiesto desalado /
Viajé por el infinito cargando una corona de laurel
y el júbilo estaba ensombrecido, y lo triste retumbante /
Trepar por ese monte en la empinada de la amnesia,
con pasos balbucientes al final de los siglos /
Lavar reciprocidad de soles, lavar de sienes acéfalas,
en principios de auténtica verdad /
y lloro... y más lloro...y mi mente es
la mitología perfecta /
Y voy vegetando en el objetivo claro
en la leyenda cósmica y su dolor difuso,
en la historia garabateada en película,
para celebrar el error contra el precedente /
Ivette Mendoza Fajardo



 

lunes, 15 de febrero de 2021

Arco irrompible de la libreta fotográfica

 

Arco irrompible de la libreta fotográfica /
Desde el tacto, las cúpulas del aire
retumban en los sepulcros
con garrobos breves pero emancipados /
Abre castillo de musculosos gansos figurines
sobre un rencor amarillo de poder y mortaja
mil razones da la vida en calderas feroces… /
Como se adueña el tiempo en pantalones físicos /
Como crecen de aparejos polémicos
cuando no hay repuesta para el llanto frío /
Fue la marea en su condicionamiento pícaro… /
La ventaja del bejuco del carácter deprimido /
El diámetro frágil en guerra alguna /
Rectángulos severos, dramáticos
examinados de por siempre /
Musculosos gansos, como úlceras matutinas,
tal vez son la terquedad
de preservativos explosivos de llama inquieta /
o el derredor de complicar y amasar
los mandamientos kurdos lo que más importa… /
Ivette Mendoza Fajardo



domingo, 14 de febrero de 2021

Esta querencia de solsticios perpetuos

 

Esta querencia de solsticios perpetuos
germina sobre nuestros andares insospechados
de acordarse de la metáfora por el patronímico
su feroz ira resucitada sobre la plegaria o
sobre la cabeza por donde salta Quevedo de rubor,
llegar por la alegría y resucitar tristeza despeinada y
la gota pálida que de travesuras llena el
firmamento cognoscible.
Se abre paso hacia al atraco de galaxias lampiñas.
Desmenuza trocada a lo invisible
Seca el agua con voz de telaraña
Atrapa la razón con incienso intolerable
Un tatuaje lunar que abre la puerta del estómago
Salpica la honestidad del silencio arrollador
Asfixia la aguerrida soledad con el vaivén del mar y su cansancio
Husmea entre dunas que derrumban profecías catastróficas.
Ivette Mendoza Fajardo



 

sábado, 13 de febrero de 2021

Lo malo de cuantas néctares reclamas

 

Lo malo de cuantas néctares reclamas
la pompa divina y el festín que fanatiza
el mundo con su rigor de dios Baco.
Ha sido el mal alcoholizado celebrando,
se empina en los codos de los hombres
y manan las tabernas de melancolía,
de la memoria borra las remembranzas,
zigzaguea por los canales de su lengua,
pudre el alma, seca el cerebro, alerta
la oscuridad que abunda en su simiente
y la espiritosa raíz que lo domina,
y fermenta en las negruras del arrebato;
sellando olor de repelente golpe.
Ivette Mendoza Fajardo



 

viernes, 12 de febrero de 2021

Socarrona estrella

 

Socarrona estrella que arranca de mi entraña torva luna /
Inflexible mácula, atrapa en el viento nocherniego
el canto de los soles silvestres que rechonchos se inmolan
hacia la nada /
Salto navegando dentro del silencio para interponer
sus ganglios de peróxido liberando sus vapores
al poro ponzoñoso /
Desarchivados vibran mis cercanos devaneos /
Se sintetiza la ausencia contra batalla por renacer /
Silba un canto de cobarde herida con
el desenfreno de la ira y es rojo abismo enclenque que
encadena la mirada cuervo /
Tóxico carburador que hierve en cada vena carbonizada
y el plomo de su sueño traspasado al designio vitalicio /
Que no importa que a su paso se interpongan para
la ruina progresiva fecundada al útero laxo de la luz /
Sonaja suena todo a través del vacío en cada curvatura
como anfitriona de la maleza ilustrando un kilo de
cromosomas y pierde la gestación entre esas ramas/
Ivette Mendoza Fajardo



jueves, 11 de febrero de 2021

Triviales esferas, como líneas convergentes

 

Triviales esferas, como líneas convergentes giradas
sobre el barranco de una reliquia, ruedan por el tiempo cerúleo
los espacios y las velocidades. Y tan perspicaz giran
ansiadas de milagros de ser un pájaro carpintero
bajo la máscara de yeso que cubre la mente arisca
que al pensar, a veces, a lo irónico de tu mirada,
me empuja su negrura de ánfora vacía
y la voz del silencio que reciclo con dolor de entrañas.
Me hundí entre los espíritus. Esos espíritus atronadores
que aparecen y se desaparecen y asustan y se ríen,
mirando ensimismados al espejismo, por mantenerse fríos
y al negar el axioma de su espanto en las huellas
del filo cadavérico del camino, se transfiguran en dagas de ceniza,
demorado, inverosímil, entre colochos pletóricos de cielo.
Ivette Mendoza Fajardo



miércoles, 10 de febrero de 2021

Retoño versátil de poesía enternecida

 

Retoño versátil de poesía enternecida
inicia su furor nocturno.
Riñe su tarde amniótica a
su último modernismo moribundo
sobre licuada nube de fantasía
se aletarga en entelequias atesoradas
sumerge tal veracidad con pasos silentes.
Absorto de aire acicalado
asciende preñado de mariposas etéreas
que traen de los trasfondos en la pleamar solitaria
de trayectorias caprichosamente paralelas
gruñendo en su abstracto serpenteado
flagelando legos de infértiles paisajes
apelmazando ideas en un código inmemorial
inventando alas para que todo alce vuelo
escapándose lo diurno en una media vuelta
y el alma estremeciéndose en el universo
de los deseos explorando la caricia nerudiana
en el abisal tiempo y plenitud clara.
Ivette Mendoza Fajardo



martes, 9 de febrero de 2021

Soledad inmutable elevándose a un cielo pitiminí

 

Soledad inmutable elevándose a un cielo pitiminí
como pájaro que desparece en el horizonte.
Paisaje exótico ameniza el almodóvar del alma
cuando en su vacío frígido pierde su moldeada arcilla.
Rezume el agua y aclara la razón
en el contornear del tiempo empíreo.
Dulce cerbatana como alfaguara ornamental
por la eternidad hiperbórea propagando melodías
idílicas que están a punto de ascender hacia
el sueño omnipresente de un otoño ignoto.
Ivette Mendoza Fajardo



sábado, 6 de febrero de 2021

Saboréame, luna glotona, hasta el empacho

 

Saboréame, luna glotona, hasta el empacho.
Tu rara manía de deglutir vísceras.
Una despiadada ley que diluvia su vértigo estéril
como una fábula para el sacrificio
como un jardín de hienas nombradas por
el descalabro,
apenas como un reflejo talismán inútil
estrújame al deshilacharme.
Carne para retozar en tu luz carnívora
Refacción de tumbas como plato atroz y
órganos mágicos
porque todo tu empeño te lo gastas en
en un hueso doliente.
La cuchara entrometida hacia una boca discordante.
Astro encendido dando chillidos sin dolor
mañana es el día de la pasión del flagelado
sucede que desde el principio no hay sensata
salvación.
Ivette Mendoza Fajardo



Vientos benditos curvados por caracoles filosóficos

 

Vientos benditos curvados por caracoles filosóficos
que arrasan los huesos fríos al contacto del
silencio vegetativo / y perecen sus bocas negras a
la piel que encubre y destroza los designios postulados
y sin zumo que gotee nueve meses expresivos /
las penumbras inversas cubren todas
las viñas sagradas, con empujón a partir de tanteos /
a través de los círculos intravenosos y apremiantes
lo mismo al poder de la congoja que yacen en
lienzos quiméricos / Otras ardorosas vecindades
del martirio feliz y los sueños cognitivos de la historia
ejemplificada / y unida voy a un volante en brazos del
muchacho oceánico que cuelga desde el pez brisa /
distintos objetivos claros de raíz minada por soles canosos
como medallas desplegadas indicadoras
de arcoíris con suerte ante carbonos dilectos /
Con el índice adquiere razón los pliegos arpados con pulso
cadente entre sus gozos a un vino de órganos
malentendidos sobre febrero de labios tóxicos.
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 5 de febrero de 2021

Ahora encalla y calla un tiempo agónico

 

Ahora encalla y calla un tiempo agónico de
rubor mimetizado/ tentación enérgica de
pequeños ardores latentes arrogados por las
flores en recreo matinal / todo es una osadía
incomprendida, una garra poderosa
sembrando en mi vientre su mirada atómica lunar/
verborragia entintada estruja nieve acelerada
de esperanzas /radiantes ojos de papel y picos
de cobalto macerados de espíritu/ amarrados de días
por parodiar su fulguroso astro ante mundo de ópalos /
descalabró soñoliento rosada tentación del estío
seccionando el cristal con sus palabras penitencias
sin coagulación concisa su melancolía apalabra /
un bastonazo enlazado a fugacidad por las cosas
repetidas de tanta oscuridad desde las sombras
fantasmales / el hilo celoso latiente se columpia
que malgastando lo que hondo espera  / búsqueda
del alma pensativa envuelta en castigos y es una fría lápida
con flashes filosos que brillan en los amorfos
huesos por una nave pantera / manopla deshuesada
sobre la escarcha de liebre rancia en las alcuzas.
 Ivette Mendoza Fajardo



martes, 2 de febrero de 2021

Aura depilada de la luna pagana

 

Aura depilada de la luna pagana
y emotivo piélago de corales desaboridos como
suspiro de alba de llanto reconciliado
nació elocuente dentro de melancolía
inocente.
Angustia de nacer lumbre acicalada
entre medio de estrellas crepitantes
es en verdad una explosión de almas fragorosas
que esperan subir a los páramos de la eternidad
dispuestos a ilusionarnos, amurallados de
consuelo híbrido y ojos acuatizados.
En el brío del cristal, barca del espíritu ensombrecido que
aguarda el desamor en sus horas nocturnas y es como
una sombra digital amansa cuerpos donde retoñaron
luciérnagas inconfesables en su pretérito destino desde un
preguntante universo de luz difuminada.
Siempre encontramos interrogantes indefinidas,
secretos laberínticos y arrepentimientos flagelados
colgados en los mástiles lúgubres celestiales.
Ivette Mendoza Fajardo



lunes, 1 de febrero de 2021

Los irisados elementos

 

Los irisados elementos
Son aves kamikaze de cada
Disparatado reloj
Que al oscilar
Golpea mundos clonados
En su incondicional entorno.


Entonces
Los leopardos veteados
Sangran lunas por sus fauces.


Los insectos antediluvianos
Se acortan
Y el océano diatónico y
Frigorífico decisivamente
En su exactitud infrarroja
Refluye mástil de fuego.


Talvez pura mecánica 
Que recoge rectilínea
Una pasión abstracta
En su oquedad gelatinosa.


Toma la noche parda toma
Algo, empuja la penumbra lerda
Al otro lado del cerro lenticular.


El silicio correoso
Cultiva moléculas nerviosas
Y derriba el blanco trama
Que es el secreto del agua matinal
En un paisaje inmortal.
Ivette Mendoza Fajardo



sábado, 30 de enero de 2021

Hasta que te adjetives, tengo derroche de alegorías

 

Hasta que te adjetives, tengo derroche de alegorías en una
rara agonía de encanto/ Por sombrío y almidonado, los vencejos
rotatorios hicieron posible castañetear día y noche un alma de
agua verde/ Los granados y enfurruñadas temen sorprendente
el rumor de la arqueada línea de fuego en densa y alambrada muerte/
El cálido sendero reprobado por su vanidad muerde el fruto de los
meteoros rocambolescos/ Con la escritura en lobregueces, encuentro
en tu voz el ocaso, de acero inexorable tan poderoso/ Desde las
páginas dejadas al olvido, la consciencia de tener algo vivo es la
posteridad del prójimo y el cuerpo es un olvido rotatorio de oscilación
celeste artificial/ El tiempo se congela aquí hasta el mutismo
paradisíaco como la escabrosidad del rictus /y ese abanico de
lamentos sin ida ni regreso sobresaltado roba formas entre
cielos diáfanos y sus contornos negros y alargados por el arranque
mental de sombra lánguida/Los erosionados huertos sin
mermas como siete cabritos recordaban ansiosamente mis muecas
abatidas entre céfiros nocturnos/
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 29 de enero de 2021

Al mono del linaje rotación celeste de avestruz

 

Al mono del linaje rotación celeste de avestruz
encharcada piedra de metal al novísimo de la especie
ampara y amamanta dando piruetas en el cosmos
¡Pobre manglar!, dientes de rosas enredadas
como cimiento de la muerte al plástico sentido
como magíster y diplomado tintinando, ritmos ancestrales,
como presuroso triunfo del destino y palíndromo
con las malas palabras de los arpones fríos
cosmogonía láctica, campánulas rosáceas son
cosmos de cuchillos en babaza y relámpagos como
cuando filosas calumnias apolillan lava y emboscadas
atacan lecho de aves en un lustro diluido en estrellas
dejo caer sobre el amor mamífero sus gotas y
el silencio me espera, revolotea, salta y sueña
intemperie de lluvia carmín también psicóticas
sofisticado enclaustro de pestañas asesinas
etiqueta del desamparo del cuello quemado de abrazo
huevo ovárico entretejido de alambres dopados.
Ivette Mendoza Fajardo



Extraer el corrosivo dolor crepuscular

 

Extraer el corrosivo dolor crepuscular
el saludable símbolo del ensueño y péndulo maniatado
el correr, milimétrico y labios velludos,
repercute en capturado y terrorífico...
degrada y extrae,
cuántica redondeada y caricia perfil,
amante costoso rostro de felino llaga...
el orbe también hervidero,
minutos sobre pendiente con lamentación.
En marcha mácula crujiente, nebulosa y aterradora…
con las uñas carcomidas
de almas jotas y suelto en mandíbula de rabia,
indestructible ladra, transfigura y esquema a son.
Los hexágonos claroscuros de referencia orbital
y la luz insólita de sierpe monocromatizada...
megatón de base con madreselva de cabeza,
altiva, rencorosa, coeficiente y firmamento,
en ir surcando de centímetros en hielo y de tierra a cielo,
el bronceado meteoro, cada pugna, mugre
encalada y piernas de abetos,
ensambladas, lisiadas en su hombría moribunda,
yerra pico geométrico y fulgura el azúcar
esa azúcar metálica de seda
venas del alfa eternas y omega terrenal...
Ivette Mendoza Fajardo



martes, 26 de enero de 2021

Deseo cúprico ataviado de alfanje lechuza

 

Deseo cúprico ataviado de alfanje lechuza, etiqueta de vanidad
amorfa como cuando los ciclos de mercurio neperiano
oscilan, te sueñan, transfiguran con oscuridad ultra violeta.
Insobornables mitologías de los torrentes abaten tu honestidad
y en cada sucesión fría de cárceles o mítines de almas elocuentes,
degradan los reflejos silenciosos,
tan gradientes tan frívolos atesorados erradamente,
de ocasos, de acero inoxidable, como cuando
la armadura blanquecina de Hefestos te casa
con el negro pedestal apergaminado
y el poniente sacerdote susurra
sobre el sentido común de lienzo carnavalesco
mientras que la mano pachona con su nariz aquilina
y su corazón cuerudo nos llega a saldar la cuenta.
Ivette Mendoza Fajardo



domingo, 24 de enero de 2021

Oscuros criptogramas de vestigios y soledades

 

Oscuros criptogramas de vestigios y soledades
cual cósmica aparición tras ecos difusos;
movimientos apiñados de ladinos abejorros
con sus aguijones siniestros pinchan el silencio del rictus;
ánima sintiendo el ardor de mi luna aterciopelada y cristalina;
frondosidad enceguecedora de falsas caligrafías
descubren horizontes de escarchas luminosas y
ya dicen mucho y en su punto de ebullición nos sonríen;
derraman en su afán cotidiano reflejos yertos y desmedidos con
mis noches cabalgando en un destello de ocaso en su paraíso.
Ivette Mendoza Fajardo



Y si puebla mañana un gobierno que sin luz vibra

 

Y si puebla mañana un gobierno que sin luz vibra
con mis horizontes atrozmente aburridos
tendré los frutos de vino tinto al alcance
de mi soñar que entrelazará la oscuridad
de mis alfas y betas ideaciones hirsutas
que será mi último verso al campanario vertical
donde proyecta la fortuna de marcha leve al temblar
volviendo sumamente perfeccionada al canto
de azul candor que infinitamente junta nuestros cuerpos
conservarán anillado espectro y oxigenado espasmo,
mientras posan en mi balcón los pájaros corruptos
tocarán mi alma por última vez la fiel pregunta
para rememorar el temor de mis otoños sinápticos;
los llevaré como un faro para alumbrar filosofía
con encendida apoteosis que es como
gobernar con juramentado sentimiento y
mas fácil desear o ambicionar en torno a muchos hechos.
Ivette Mendoza Fajardo



sábado, 23 de enero de 2021

Besos enrojecidos de pensamientos poliedros

 

Besos enrojecidos de pensamientos poliedros
Suspiro espasmódico suspiro insubstancial
Festín de saltamontes festín idolátrico
Que sacuden primaveras parchadas de promesas
Mares de jade me inundan de júbilo
El vacío en que me despierto cada noche,
Al son de estrellas entreabiertas,
De pecados pigmentados de dolor
Estación presuntuosa en torrente escalonada,
Una profiláctica caricia
A la espera de soledad orgásmica.
Lamento tragado por la aurora, conservado al vapor
Al norte de mi llanto en flor
Espuma monástica que anhelante
Me arropa hacia tus brazos blasfemos.
Ivette Mendoza Fajardo



lunes, 18 de enero de 2021

Anhelada exuberancia

 

Anhelada exuberancia,
como arcaicos céfiros convexos.
Nadie palpa nuestro clamor regurgitado.
En los troncos inertes, se empuñan los delfines hacia la mar
en un sórdido desprecio se van erosionando sus deseos
rebotando gris, cáliz de los horizontes.
Lamenta el proyectil en su derrame psicotrópico a diario,
fresas de las ideologías, resabios de una gaviota anfibia
prendida entre las caobas del rencor, es
cubierta lapislázuli que disipa el azar, librada de golpear vapor
y natura de fiebre entre las cuerdas de mi epidermis consternada.
Ivette Mendoza Fajardo



domingo, 17 de enero de 2021

Fragmentos de almas extraviadas

 

Fragmentos de almas extraviadas de los cielos. Paraíso y averno
de infinitud vampírica en la lontananza de los párpados, mientras
huelen a eternidad sus mortajas de naftalina. Apenas las sonrisas
avivan su color de carne ensayada . Cálculos de una serpiente
vanidosa ya en el ahora reverenciado por tinieblas bocetos
de hechos muertos como el misterio que disfruta del
insecto avariento en el núcleo que lo hace girar y lo
engulle y es el brío de tripas en clemencia tuerta mineral.
Miedo galvanizado que se retuerce en torno al signo;
interrupción de ojos círculos puntos manotazos.
Trama de la noche vidente de la inusitada ocurrencia
que va del abismo al corazón del légamo terciario o
de la amargura y del ocaso a los infelices murciélagos
jinetes; como toda panacea oculta en la mirada atropellada
donde suelo inventar la inmóvil amargura a deshora
maquinal.
Ivette Mendoza Fajardo



viernes, 15 de enero de 2021

El letrero, impasible seducción

 

El letrero, impasible seducción, alborotada parafina de
máquina memorizada. Amarga hora desbordante,
congelada, yendo más allá de su mismo embote en su
reburujante liberación de un pronunciado estrago.
Endémica sátira de quietud taimada debate ya fuera
de control, ronzal o manía. Conmovida de que numerar
apenas “senos plantígrados” o “encarcelada aurora”
desordena tal hecatombe telarañosa. La robótica
sinuosa de ese sonreír radical de los días. Incoherencia
premeditada, grillete que siempre taladra, envuelto
en quietud intrínseca. Unos aludes de mutantes
ideas, sin motivo, necias y amontonadas
irreprimiblemente.
Ivette Mendoza Fajardo



jueves, 14 de enero de 2021

Saltimbanqui con su patronímico

 

Saltimbanqui con su patronímico
se platican pestañas sublimes
y volarán suicidas, remedos
que seducen preclaros
las más estrafalarias fantasías.
Sus codos suplicarán al verme
¡Oh envuelve nuestras almas!
En un cielo de perdición
embotamiento de la rusa lanza
no dejará de paletear
su pomposo y caliginoso arte
desde su Photoshop utópico
y nosotros trotaremos
en un CD de alaridos gangosos
que renunciarán el demiurgo dueto.
Ivette Mendoza Fajardo



Puñado de estíos embelesan mi alcoba virtualmente

 

Puñado de estíos embelesan mi alcoba virtualmente haciendo zoom.
Forestas atléticas que agolpan por la desahogo de mis dedos
yerran mi algarabía publicitaria por el pasillo próximo de tu néctar
Excel. Soy, neófita del luto panda armiño. Photoshop del arbusto
universitario es el frio que enreda un cojín calmoso en mi zozobra
sismográfica. Somos diminutas estrellas escarchadas que se definen
con el rocío de las horas; tan estalladas, que en medio de este
gran viaje nos labramos brisa fingida. Una rivera dibujada nos
prorroga el atardecer mortaja de sus días, otra, intangible, con su
luz revela cuando las penumbras cantan boom, boom. Por la montaña
lumbre del silencio ahora, veinte centígrados de mi perfil espera
el comienzo del eje universal del lapicero. Un demarcado céfiro
va circundando mi sonrisa teátrica en su manto sistematizado,
mientras Saturno de bordados cisternas armoniza mi algarrobado nombre.
Ivette Mendoza Fajardo



Fantasmas hablantines que embriagan mi regazo

 

Fantasmas hablantines que embriagan mi regazo despiertan
encarnados en mi porvenir desmemoriado como insectos del pecado /
Sombras elocuentes me sacrifican en la capa miocárdica del arcoíris /
Sed de coca cola como hebra que se deshilacha siempre en la mente
por mullida música ábrase en mi nombre / Incomprendida a manotazo
agua que aminoro la intensidad de la noche percollada como aprendiz
del sueño alcaraván / Es mi rostro la marcha del tranquilo cristalino
que pasean la viudez del silencio acotado transversalmente
por las rocas mariachis / Vericuetos de gatos dormidos conducen a la
oferta y demanda preciados ojos de mundo apretado / Política de las
diademas dormidas a papales del estanque burdo dilata la cerveza de
la angustia internetizada / Piloto del sufrimiento fraterniza cáscara
de peces humillados sumergidos en mi garganta como reloj roto de
sonrisas capilares /
Ivette Mendoza Fajardo



miércoles, 13 de enero de 2021

Rompiendo la diferencial de la vida

 

Rompiendo la diferencial de la vida
silogismo estrecho ennegrecido
entre enigmas y razones bioclásticas
que se esfuerzan por ser lágrima infinita
blandos surcos de tristeza rumiante se destraban
por encontrar la espesura animada
aun artificiosa en el útero astral
del universo frágil de la palabra vislumbrada
que vuelve y se deshace en objeto impresionista
como hueco diluvial sin redoble ni desenlace
pero que disipa absolutamente
la magenta mano del holográfico destierro
sin horadar, sin rumorear su fiebre figurativa
de una chispa gravitacional
que enciende facciosamente
el primer grito de una quimera
reflejada en cuerpo y alma
absorbiendo la inexactitud mecánica del tiempo
de un poema borgiano al preservar mi corazón factorial en su
postergado existir.
Ivette Mendoza Fajardo



martes, 5 de enero de 2021

Pupila de seda en la gruta del cabalgante

 

Pupila de seda en la gruta del cabalgante.
Las horas se desprenden en la llovizna del templo.
Hay que tener urgencia neuronal con la hoja trocada
para rubricar el intervalo meridional del ornitorrinco.
He sido mundo de profecía alguna vez contra esa
corola triturada en la ducha de las liebres.
El hambre esconde su visceral desvelo
dentro de su estrofa quemada de vírgenes sensatas.
Las rotaciones barrocas nacen de un propósito umbilical.
Hemos avanzado hacia a los enjambres telúricos
divididos al entorno, depurados por el ombligo
de la noche, reteniendo la calma de la luz intrusa.
Ivette Mendoza Fajardo



 


sábado, 2 de enero de 2021

Cilíndricos sentimientos diminutos y tenaces

 

Cilíndricos sentimientos diminutos y tenaces
suponen su alquimia en calurosa monotonía
cultivando más arcilla y más poder de su alarido simétrico
luego la verdad bajo el universo interpolado de sierpes o
de milagros inefables hacia el reflejo millonésimo audible
para un grado centígrado del pájaro cautivo
en primaveral desenvoltura manto rebosar
benignidad mutante hacia el resplandor absoluto
después no hay más que la esperma de la sombra
y aún cuando pudiéramos hundir garabatos al unísono
o llevarnos la alforja malgastada de ansiedades ¿Por qué?
porque es justo tal vez que calle la voz de la embriaguez
descorazonada hasta la oleada arruga que se extiende
cinco milímetros desde un año luz
que virtud la que le sigue a esta promesa de azafrán
que bulle el deseo de sobrevivir en el orbe alocadamente
que al impulsarse en su cuarta dimensión ofrece
su elástica energía y su termostático recuerdo que se
inflama díscolo y perturbador
talvez, talvez como un ocaso ¡Eureka, Eureka! En
su larga estampida neófita que va más allá del suspenso
díptero y la emoción empírica
no hay más falla, no hay ingrata revelación sólo
acordes parabrisas y duetos espasmódicos del halcón.
Ivette Mendoza Fajardo