Escudriñan tu piel ahorrativa
Escudriñan
tu piel ahorrativa y en una transición bancaria
miden mis
costillas, las ahorran en débito arrendatario,
captan mi
alma interactiva y contabilizan su karma capitalista,
buscan una
deuda en vidas pasadas, buscan mis días
requemados
carcomidos por los tiburones acreedores
y belladonas
amanecidas en tus sordideces rastreras.
Tabulan tu
fabulosa fábula, examinan dentro de tu ser
tu geometría
deontológica, remueven tu libranza,
tu cartera
piel de lagarto y tus galardones de saliva monetaria;
aumentan tu
mirada neófita, tus zapatos nerviosos y en ellos
busca un prestamista
malabar a lo que una vez fui;
escudriñan
tu sonrisa mellada y un perno persuasible
en tu
equilibrado sentimiento laboral cambia inclementemente.
Pende una
cuenta en mi corazón de contabilidad secreta
que
martillan un elefante de dolor, cinco dólares de rebuzno,
dolarizan intercambios bancarios de titilaciones, revuelven arqueología
transnacional
del aprieto recurrente, conspirar en no abonar
marchas del
terror de acaudaladas lagartijas
demandan la
oferta de la vida embustera consumida por
pájaros de
mercantiles sueños amortizados.
Ivette Mendoza