Ciega nicotina encriptada en los formatos negados de sal
Ciega
nicotina encriptada en los formatos negados de sal,
se estrella
en un circuito de alucinaciones de aguarrás.
Torbellinos
de pantorrillas en discos duros preñados,
sus
piernas: adormecimiento botánico en beta-test.
Es el error
01 de su existencia sincronizada
en el
escáner, en la pistola del pitón
y el
colmillo del hashtag clavado en el párpado de la red.
Frutos
mutantes del Instagram crecen
en la
placentaria red 5Gz, raíz de la web
sin su
servidor, útero de fibra óptica.
Sistema
programable de oscuro paraíso
busca
puntos oftalmológicos en los pecados
del
televisivo acordeón, mientras
las pomas
de Java, criaturas de código que sangran café
se pierden
en el espejo retrovisor de las multitudes,
sonámbulas
en el moño de la mortadela.
Regodeo de
esqueleto que vende sus huesos
en una
bodega local, su hierro a su boca
donde nada
un delfín con una difamación tatuada.
Deliberada,
mira al Danto desde el gallinazo de la pompa,
prorroga el
lagunero que hackea Amazon
hasta el
arancel inútil, la impía expectación
que no
aquietó sus tardes de adoquines
con la
pulpa de un alacrán de dientes USB.
Ivette
Mendoza Fajardo
