Cabalgando
por senderos cansados,
con albarda
entumecida por nostalgias,
esperan
amortiguar sus heridas,
almas y
colores platónicos vencidos
por
apuestas vanidosas,
fechas
rotas de aventuras que dejaron vacío.
Desde su
angustiada carreta del instante,
y como
averiguando la vida con los dedos temblorosos,
cruzan los
estragos profundos
de agónicos
recuerdos que arden.
Pero toman
el vuelo en el redondel de amarse,
perfecto
cuando los labios se buscan ansiosos
en la pompa
tibia de un beso que salva.
Y si el
arte de amar gira y gira,
la marea
temblorosa, de chiripa,
corona lo
imposible…
hasta que
todo se convierte en un mar de peces
de fuegos
amanecidos,
brotando en
la palma de mi mano.
Ivette
Mendoza Fajardo
con albarda entumecida por nostalgias,
esperan amortiguar sus heridas,
almas y colores platónicos vencidos
por apuestas vanidosas,
fechas rotas de aventuras que dejaron vacío.
y como averiguando la vida con los dedos temblorosos,
cruzan los estragos profundos
de agónicos recuerdos que arden.
perfecto cuando los labios se buscan ansiosos
en la pompa tibia de un beso que salva.
la marea temblorosa, de chiripa,
corona lo imposible…
hasta que todo se convierte en un mar de peces
de fuegos amanecidos,
brotando en la palma de mi mano.
Ivette Mendoza Fajardo