Related image

sábado, 19 de abril de 2025

Escarpín de Ultratumba

Infinita, lateral, le cedía al escarpín de ultratumba
su bruma de luz fistulante y una resonancia glucémica
se fragmentaba alrededor del oxígeno, en su torsión óptica,
y ese espectro obligaba a entrar por el alero divergente
de las blancas hemoglobinas.
Partículas de Centauro, del son dolido que rozaba los objetos,
ignoro si eras más prisma en la presión de garfios ruidosos
que, en aquel otro incendio extinto de tu delirio, razonabas.
Pero su jacilla de insulina pesaba tan hondo que hería:
al sostenerla aún, se disolvía. Mi fractura ardía.
Tu energía lanuda me dejaba sin rodeos en el torso.
Caídas en expulsiones laterales, en los valles
sumergidos de tu quietud validada,
descansaron mis gárgolas del acecho, por un ciclo,
no más.
Oh entidad, ¿cómo creer si habías utopicado tu lanza
con la ofrenda del caos en tránsito, única de mi estirpe
oculta, y no alcanzó para incendiar el peso
de cada palabra encarnada?
¿Cómo silenciar, entidad, el rito que vibra en tu exaltación,
si aún soy esa superficie donde rige la marisma
del calcetín en trance?
Ivette Mendoza Fajardo